“Criticaen25” es un punto de encuentro para todos los cinefilios, habitantes del séptimo planeta del sistema solar de las artes. Una propuesta amena y divertida a la par que abierta al debate y a la reflexión en la que, tan diariamente como sea posible, se irán comentando películas de todos los tiempos, con independencia de su género o fama. Un lugar en donde relajarse y disfrutar de un rato agradable en buena compañía.

El Arte de Salirse del Guión (y Quedar Bien por Ello)

EL ARTE DE SALIRSE DEL GUIÓN (Y QUEDAR BIEN POR ELLO)


 Pocos elementos del cine han dado tanto de si como la improvisación sobre el escenario o durante un rodaje. Cómicos, terroríficos, deprimentes o hasta inquietantes, las escenas surgidas sobre la marcha en el momento y el lugar precisos han dado momentos irrepetibles y mágicos para la historia del cine, que obviamente han hecho correr ríos de tinta y han cautivado a millones de espectadores, cinéfilos y expertos críticos/historiadores de cine gracias sobre todo a un único y excepcional elemento común en todas ellas: un director de cine con suficiente buen ojo para, al ver como el actor o actriz ignora lo que tenía que decir y se pone a otra cosa, seguir filmando y no gritar “¡corten!” aunque solo sea por la simple curiosidad y morbo de ver qué intenta sacarse de la manga. Un buen ojo que a lo largo de sus distintas épocas ha servido a modo de justificar la existencia del séptimo arte como medio no solo de arte (valga la redundancia) si no de libertad de expresión. De grandes estrellas y aún más grandes directores a títulos emblemáticos sobradamente conocidos, las escenas improvisadas no solo siguen llenando páginas de libros si no que diversas webs dedican tiempo y esfuerzo para mencionar algunas de ellas, a veces haciendo tal o cual ranking de las mejores. A fin de cuentas, improvisar no solo aporta un plus a la película, también permite conocer la genialidad y capacidad interpretativa de quien aparece en la película (las parrafadas de Bill Murray durante una fiesta en Tootsie [Sydney Pollack, 1982] o el beso que Jennifer Lawrence le mete a Amy Adams en La Gran Estafa Americana [David O. Russell, 2013], por decir dos al azar). Y es que, bien mirado, que aburrido sería el cine si nadie pudiera salirse del guión para aportar algo fresco, único e irrepetible. Especialmente cuando la improvisación queda bien al hacerla y de paso se hacen correr ríos de tinta a lo largo de múltiples generaciones.

 Nº De Serie: NC/TCM/00626. Escrito Por: The Cineman.
 Publicado El: Miércoles, 16 de agosto de 2017.

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LAS 25 MEJORES IMPROVISACIONES DEL CINE

Nº 25
Película:
Cuando Harry Encontró a Sally [Rob Reiner, 1989]
Frase/Escena:
Sally finge tener un orgasmo en un restaurante.
Antecedentes:
Solo debía ser una charla entre amigos sobre si un hombre sabe reconocer cuando una mujer tiene un orgasmo. Pero se convirtió en un momento épico cuando Meg Ryan comienza a fingir uno para demostrarlo. Una joya de la comedia, solo superado por la respuesta de otra clienta tras presenciar la escenita de marras: «quiero lo mismo que ha pedido ella».

Nº 24
Película:
Annie Hall [Woody Allen, 1977]
Frase/Escena:
Alvy Singer estornuda sobre cocaína.
Antecedentes:
A veces un simple estornudo incontrolado basta para hacer cine. Lo que debía ser una simple ingesta de droga pasa a mayores cuando, a punto de esnifar un poco, Alvy estornuda y crea una nube de cocaína a su alrededor, con su cara del todo blanca. Una de las escenas que mejor retrata el cine surrealista y absurdo del legendario director neoyorquino.

Nº 23
Película:
Pretty Woman [Garry Marshall, 1990]  
Frase/Escena:
Edward Lewis cierra una tapa de un colgante.
Antecedentes:
Buscando impresionar a Vivian, Edward compra un collar de piedras preciosas para que lo luzca en la ópera. Pero al ir a tocarlo, él cierra la tapa sobre la mano de ella como broma. La risa de Julia Roberts no solo es auténtica, también sirvió para cimentar su fama y para darle el resto de su carrera. Y para que Richard Gere robase corazones de medio mundo.

Nº 22
Película:
The Warriors: Los Amos de la Noche [Walter Hill, 1979]
Frase/Escena:
«¡Warriors!. ¡Vamos a jugaaaar!».
Antecedentes.
David Patrick Kelly, quien encarnaba al psicópata Luther, era maltratado físicamente por un compañero de colegio en su infancia. Kelly exorcizó sus demonios recitando la frase que su abusador le decía, haciendo además de chocar tres botellas vacías con sus dedos para hacerlo más amenazador. Pocas veces el cine como terapia ha sido tan grandioso.

Nº 21
Película:
Cowboy de Medianoche [John Schlesinger, 1969]
Frase/Escena:
«¡Hey!. ¿No ves que estoy andando?».
Antecedentes:
Justo cuando Dustin Hoffman y Jon Voight estaban cruzando un paso de peatones por Nueva York, un taxista que no vio las cámaras de grabación casi arrolla al propio Hoffman. En un giro genial, Hoffman no solo se mantuvo en su papel y se encaró con él, si no que definió a su personaje de un modo excepcional. Y la cara de Jon Voight es todo un poema.

Nº 20
Película:
El Fugitivo [Andrew Davis, 1993]
Frase/Escena:
«No me importa».
Antecedentes:
Originalmente, Tommy Lee Jones debía contestar «No es mi problema», cuando Harrison Ford clamaba que él no había asesinado a su mujer. Pero Jones, que no veía la frase con el suficiente gancho, la cambió a su antojo para darle una dimensión más poliédrica a su personaje. El resultado fue de lo mejorcito: un Óscar para Tommy Lee Jones.

Nº 19
Película:
El Caballero Oscuro [Christopher Nolan, 2008]
Frase/Escena:
Joker intenta detonar un hospital con un control remoto.
Antecedentes:
Aunque hay otros momentos (Joker aplaudiendo a Gordon al saber que le han ascendido), lo de hacer aspavientos al ver que los explosivos no estallan jugando con el control remoto es superior. La pausa de las explosiones estaba programada, pero lo demás fue obra de un Ledger en estado de gracia y la escena, un recuerdo imborrable de un actor inolvidable.

Nº 18
Película:
Reservoir Dogs [Quentin Tarantino, 1992]
Frase/Escena:
Sr. Rubio baila “Stuck in the Middle with You”.
Antecedentes:
Creada para “Ballroom Blitz” de Sweet, Tarantino cambió la canción y dejó a Michael Madsen bailar a su aire justo antes de que torture a un policía cortando su oreja con navaja de afeitar. Un instante terrible y cómico, marcado sobretodo por la ironía de que Madsen odiaba todo tipo de violencia, pero que hizo de Tarantino todo un icono de los años 90.

Nº 17
Película:
¿Teléfono Rojo? ¡Volamos hacia Moscú! [Stanley Kubrick, 1964]
Frase/Escena:
«¡Mein Führer, puedo andar!».
Antecedentes:
El Dr. Strangelove busca impedir que su mano derecha haga el saludo nazi. Tan solo la genialidad de Peter Sellers podía hacer de la Apraxia Agonística algo tan delirante que Peter Bull (el embajador ruso, detrás de Strangelove), se las vio y se las deseó para aguantarse las carcajadas en forma de una leve y fugaz sonrisa que puede vérsele en el rostro.

Nº 16
Película:
La Naranja Mecánica [Stanley Kubrick, 1971]
Frase/Escena:
Alex bailando “Singing in the Rain”.
Antecedentes:
Tras cuatro días de rodaje de una escena que a Kubrick le parecía convencional (una pareja, víctimas de Alex y de sus amigos para asesinarlo a él y violarla a ella), éste le pidió a Malcolm McDowell si podía bailar para mejorarla, y él probó con la canción de Gene Kelly al ser la única que recordaba. Kubrick acabó comprando los derechos de la canción.

Nº 15
Película:
Sospechosos Habituales [Bryan Singer, 1995]
Frase/Escena:
«Dame las llaves, jodido gilipollas».
Antecedentes:
Se suponía que debía ser un inicio serio de la película y de los personajes, pero las cada vez más incontrolables risas de los actores hizo tirarse de los pelos a Singer, que optó por irse de la seriedad a la comedia, coger las salidas de tono más graciosas de todas las grabadas y con ello montarse la rueda de reconocimiento más imposible de la historia.

Nº 14
Película:
Algunos Hombres Buenos [Rob Reiner, 1992]
Frase/Escena:
«¡Tú no puedes soportar la verdad!».
Antecedentes:
«Tú ya sabes la verdad», era la frase original que el Coronel Jessup debía decir. Pero Jack Nicholson no sentía que fuese todo lo impactante que debía. Y Steven Spielberg tampoco, que ayudó a la película con parte de los diálogos. Y entre ambos, la película logró un duelo interpretativo por todo lo alto entre Nicholson y Tom Cruise. Furia en estado puro.

Nº 13
Película:
El Resplandor [Stanley Kubrick, 1980]
Frase/Escena:
«¡Aquí está Jaaaaack!».
Antecedentes:
En realidad es «Aquí está Johnny», famosa frase de Johnny Carson con el que abrió su programa de televisión durante décadas. Cambiada en el doblaje, Jack Nicholson la usó por sorpresa para espantar a una Shelley Duvall que de por si ya estaba aterrorizada. La cara de Nicholson y la frasecita son un placer culpable. A pesar de su espantosa voz española.

Nº 12
Película:
La Chaqueta Metálica [Stanley Kubrick, 1987]
Frase/Escena:
«Soy el Sargento de Artillería Hartmann».
Antecedentes:
Contratado como asesor para Peter Colceri, quien iba a ser Hartmann (que se conformó con un fugaz rol de artillero de helicóptero), R. Lee Ermey impresionó tanto a Kubrick que le dio el papel. Ex militar de carrera, Ermey hizo un debut en cine magistral. Su introducción es épica por si sola como todos los insultos, que el actor profirió de cosecha propia.

Nº 11
Película:
En Busca del Arca Perdida [Steven Spielberg, 1981]
Frase/Escena:
Indiana Jones dispara a un espadachín.
Antecedentes:
Spielberg quería un combate de espadas por todo lo alto en homenaje al cine de aventuras de los años 30 ó 40 como el de Errol Flynn, pero Harrison Ford vio el potencial cómico e irónico para el personaje y la película, y escogió cambiarlo por una pistola y una bala. Y Ford hizo de la secuencia un instante magnífico de la obra maestra de su director.

Nº 10
Película:
Los Cazafantasmas [Ivan Reitman, 1984]
Frase/Escena:
«¡Perros y gatos viviendo juntos!. ¡Histeria colectiva!».
Antecedentes:
En una película con mucha improvisación de por medio (la fiesta de Louis Tully, con éste hablando sobre la vida de sus amigos e invitados), Bill Murray se llevó el gato al agua con una perorata con la que es imposible no reírse. Su modo de alertar al alcalde sobre la visita de un antiguo dios sumerio a Nueva York no tiene parangón. Comedia pura, sin diluir.

Nº 9
Película:
Tiburón [Steven Spielberg, 1975]
Frase/Escena:
«Necesitará otro barco más grande».
Antecedentes:
La cara de espanto de Martin Brody (Roy Scheider) al ver de cerca al tiburón, mientras echaba carnaza al mar, puso al mundo con los pelos de punta. Y caminando para atrás para hablar con Quint (Robert Shaw), no se le ocurrió otra cosa para cortar la tensión que repetir una frase usada a broma varias veces en el rodaje. No le hizo falta más al actor.

Nº 8
Película:
El Padrino [Francis Ford Coppola, 1972]
Frase/Escena:
Vito Corleone acariciando un gato.
Antecedentes:
Era un gatito callejero que merodeaba por el set de rodaje, al que Marlon Brando le cogió afecto. El resto es historia: un principio colosal con un jefe mafioso en la boda de su hija, acariciando un felino y hablando con un hombre que le pide ayuda para vengar a su ultrajada hija. Y nada hubiese sido lo mismo sin ese pequeño gato sobre el regazo de Brando.

Nº 7
Película:
Salvar al Soldado Ryan [Steven Spielberg, 1998]
Frase/Escena:
«No consigo ver las caras de mis hermanos».
Antecedentes:
Matt Damon, él solo y sobre la marcha, contó una anécdota sobre su familia que nada aportaba a la historia, pero que sí servía para entender al personaje y al entorno en el que se crió. La risa de Tom Hanks y lo esperpéntico del relato fue todo lo que a Spielberg le hizo falta para regalar la clase de magia que justifica su apodo de “Rey Midas de Hollywood”.

Nº 6
Película:
Star Wars, Episodio V: El Imperio Contraaataca [George Lucas, 1980]
Frase/Escena:
«Lo sé».
Antecedentes:
«Yo también te quiero», tenía que decirle Han Solo a Leia. Y a Harrison Ford le pareció demasiado impropio y blando de un contrabandista espacial y un bravucón como Solo. No le faltaba razón y sí motivos para, en dos palabras, darle la vuelta a la escena y también toda la épica necesaria cuando su personaje estaba a punto de ser congelado en carbonita.

Nº 5
Película:
El Indomable Will Hunting [Gus Van Sant, 1997]
Frase/Escena:
«Mi mujer se tiraba pedos cuando estaba nerviosa».
Antecedentes:
Haciendo reír o llorar, la capacidad de Robin Williams para colar frases a lo grande y crear magia con ellas es algo que no puede medirse. Su soliloquio sobre su difunta mujer y lo que significan las pequeñas idiosincrasias de amar a alguien hizo reír incluso al cámara que estaba grabando la escena. De ahí el leve tembleque de la escena en cierto instante.

Nº 4
Película:
El Silencio de los Corderos [Jonathan Demme, 1991]
Frase/Escena:
«Sssssshhhhhhhh».
Antecedentes:
Modales de mayordomo, inteligencia y dicción superiores, la cara de demencia de Hannibal Lecter y la perversidad de un Anthony Hopkins hizo de un siseo un arma de intimidación masiva, más inquietante que su confesión de como se comió el hígado de un hombre. No es de extrañar que Jodie Foster se negase a ser Clarice Sterling en la siguiente película.

Nº 3
Película:
Uno de los Nuestros [Martin Scorsese, 1990]
Frase/Escena:
«¿Gracioso por qué?, ¿Qué tengo de gracioso?».
Antecedentes:
Lleno de delirios surgidos sobre la marcha (la cena en casa de la madre de Tommy o cuando le piden a Pauly que lleve un restaurante, por decir dos), ninguno supera el auténtico terror de Ray Liotta cogido por sorpresa ante el acoso de un Joe Pesci preguntando porque le parece gracioso. Las caras de Liotta son, en si mismas, un regalo para los sentidos.

Nº 2
Película:
Taxi Driver [Martin Scorsese, 1976]
Frase/Escena:
«¿Hablas conmigo?».
Antecedentes:
“Travis le habla al espejo”, es cuanto decía el guión. Y don Robert de Niro, teniendo carta blanca, se sacó de la manga el que es sin duda el mejor monólogo de la historia sobre un hombre que desea tener problemas con otro. Una escena de diez, a la que es imposible resistirse para imitarla y sentirse como Robert De Niro, demostrando quién es más peligroso.

Nº 1
Película:
Blade Runner [Ridley Scott, 1982]
Frase/Escena:
La Muerte de Roy Batty («Lágrimas en la lluvia»).
Antecedentes:
La escena iba a ser más larga. Y el discurso de Roy también. Pero Rutger Hauer cogió lo que vio con mayor potencial y, con dos frases propias añadidas al final, la abrevió para que fuese más impactante. Su decisión fue lo que logró hacer de la película lo que es: la quintaesencia del cine de culto por los siglos de los siglos, imposible de superarla o igualarla.  

MENCIÓN DE HONOR
Película:
Casablanca [Michael Curtiz, 1942]
Frase/Escena:
«Here’s looking at you, Kid».
Antecedentes:
Considerada una de las más icónicas del cine, Rick Blaine la hizo suya para siempre cada vez que se la decía a Ilsa Laszlo (sobretodo al final)...pero el doblaje la hizo desaparecer para siempre al no poder darle un sentido en su traducción, reemplazándola por varias frases que le hicieron perder una parte importante de la magia a un clásico irrepetible.

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