“Criticaen25” es un punto de encuentro para todos los cinefilios, habitantes del séptimo planeta del sistema solar de las artes. Una propuesta amena y divertida a la par que abierta al debate y a la reflexión en la que, tan diariamente como sea posible, se irán comentando películas de todos los tiempos, con independencia de su género o fama. Un lugar en donde relajarse y disfrutar de un rato agradable en buena compañía.

Moreau, la Unión Perfecta

MOREAU, LA UNIÓN PERFECTA


 No hay forma alguna de entender el cine francés del siglo XX sin una de sus musas más idolatradas y admiradas tanto por belleza como por la capacidad dramática que podía imprimir a sus personajes. Algo de lo que Jeanne Moreau podía presumir sobradamente, trabajando para los mejores directores de la época. Cimentando su fama a raíz de Ascensor para el Cadalso [Louis Malle, 1957] por su papel de esposa que planea el asesinato de su marido, postreras producciones como Jules y Jim [François Truffaut, 1961] (hablando del amor a tres bandas) o nuevamente con Truffaut en La Novia Vestía de Negro [1967] dando vida a una mujer buscando asesinar a los que mataron a su novio el día de su boda, la fama de Jeanne Moreau crece de manera geométrica, y gente como Luis Buñuel se rinden a su encanto en Diario de una Camarera [1964] y Orson Welles (que la llamó “La mejor actriz del mundo”) le da tres papeles estelares en El Proceso [1962], Campanadas a Medianoche [1965] y el telefilm Una Historia Inmortal [1968]. Laureada y aclamada a partes iguales, el cine la sigue requiriendo para producciones como Nikita, Dura de Matar [Luc Besson, 1990], La Vieja que Camina por el Mar [Laurent Heynemann, 1991] y hasta en Por Siempre Jamás [Andy Tennant, 1998]...y fastuosas mini-series para TV del estilo de Los Miserables [Joseé Dayan, 2000]. Dueña y señora de un físico y un talento envidiables, con más de cien trabajos a sus espaldas entre la grande y la pequeña pantalla, la unión perfecta de Moreau de su belleza y su talento hicieron de ella una actriz irrepetible que solo tres veces probó a ponerse al otro lado de la cámara para dirigir (Lumière [1976], L’Adolescente [1979] y el documental Lillian Gish [1983]), sin la cual la Nouvelle Vague no hubiera sido lo mismo. Y poco más se puede decir de ella, excepto que tal vez el bueno de Welles tuviese razón. Para fortuna de los que pueden admirarla.

 Nº De Serie: NC/TCM/00611. Escrito Por: The Cineman.
 Publicado El: Miércoles, 2 de agosto de 2017.

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Jeanne Moreau
(23 de enero de 1928; †31 de julio de 2017)
Francia te debe mucho. El mundo te debe mucho más.

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