Vista En: Gnula.nu, lunes 18 de diciembre de 2017.
Título Original: Dark Skies.
Director: Scott Stewart.
Guión: Scott Stewart. Género: Terror.
Música: Joseph Bishara. Fotografía: David Boyd.
Decorados: Hernan Camacho y Sandy Lindstedt. Vestuario: Kelle Kutsugeras.
Productoras: Alliance Films, Automatik, Blumhouse
Productions y Cinema Vehicle Services. Presupuesto: ±3.500.000 $.
País: USA. Año: 2013. Duración: 97 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Keri Russell
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Lacy Barrett
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Josh Hamilton
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Daniel Barrett
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Dakota Goyo
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Jesse Barrett
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Kadan Rockett
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Sam Barrett
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J.K. Simmons
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Edwin Pollard
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L.J. Benet
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Kevin Ratner
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Rich Hutchman
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Mike Jessop
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Myndy Crist
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Karen Jessop
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Annie Thurman
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Shelly Jessop
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Jake Washburn
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Bobby Jessop
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Ron Ostrow
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Richard Klein
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Josh Stamberg
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Oficial de Policía
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Los Barrett con una típica familia de clase
media compuesta por los padres, Lacy y Daniel, y sus hijos, Jesse el mayor y
Sam el pequeño. Pero su pacífica vida comienza a convertirse en una pesadilla a
raíz de unas visitas nocturnas que siembran el terror entre ellos, y que llevan
a Lacy a sospechar que unas entidades extraterrestres se están intentando
llevar a Sam.
Crítica: Tercera película de Stewart después de la
defectuosa Legión [2010] y de la espantosa El Sicario de Dios [2011], que
consigue darle la vuelta a la tortilla y ofrecer un espectáculo de mejor calado
y mucha más profundidad, gracias especialmente a una Keri Russell en su primer
escarceo en el género de terror, y a una ambientación que no por azar evoca a
Paranormal Activity [Oren Peli, 2007], pero con un reajuste nada espectral (Daniel,
revisando las cámaras de videovigilancia, rebuscando entre imágenes borrosas
una posible explicación de lo que está pasando; Lacy, una mujer en constante
lucha por mantener a su familia unida frente a un peligro en apariencia
todopoderoso; el hallazgo en la cocina, un guiño inevitable a Encuentros en la
Tercera Fase [Steven Spielberg, 1977] bien jugado). Minimalista, casi en los
límites de una ciencia-ficción de bajo coste como Coherence [James Ward Byrkit,
2013], Los Elegidos (Dark Skies) no renueva el subgénero de las abducciones ni
tampoco lo pretende, pero acierta de pleno no tanto en la amenaza en si como en
las secuelas que deja a su paso, llegando casi a niveles de documental (la
visita a Edwin Pollard, un J.K. Simmons fugaz, pero clave para comprender qué
está sucediendo: su presencia eleva enteros la cinta; la cerrazón de Daniel
para aceptar las teorías de Lacy, tan efectivo como un preadolescente Jesse más
preocupado de las chicas que de su familia; Lacy, encontrando unos dibujos de
Sam: simple, sencillo, perturbador). Siniestro en varios instantes sin falta de
efectos especiales (Sam en un jardín infantil, Jesse en el bosque y Lacy
intentando vender una casa) y con un epílogo sorpresa en donde todo queda
explicado y en su lugar, el largometraje da un espectáculo decente y sobrio,
estupendo en su música y menudencias (ese típico suburbio sin nombre de las
afueras de una ciudad). Un juego muy efectivo del “menos es más”.
La Puntilla: Miles de testimonios a lo largo de cualquier
año, y aún la gente se niega a creerlo. ¿Qué hará falta para sacarles de esa
negación?.
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