Vista En: Cines Los Prados (Oviedo), jueves 9 de
noviembre de 2017.
Título Original: The Big Sick.
Director: Michael Showalter.
Guión: Emily V. Gordon y Kumail Nanjiani. Género: Comedia.
Música: Michael Andrews. Fotografía: Brian Burgoyne.
Decorados: Lazaro Benet. Vestuario: Sarah Mae Burton.
Productoras: Apatow Productions, FilmNation Entertainment
y Story Ink.
Presupuesto: ±5.000.000 $.
País: USA. Año: 2017. Duración: 120 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Kumail Nanjiani
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Kumail
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Zoe Kazan
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Emily
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Holly Hunter
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Beth
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Ray Romano
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Terry
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Anupam Kher
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Azmat
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Zenobia Shroff
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Sharmeen
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Adeel Akhtar
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Naveed
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Bo Burnham
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CJ
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Aidy Bryant
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Mary
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Kurt Braunohler
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Chris
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Vella Lovell
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Khadija
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Myra Lucretia Taylor
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Enfermera Judy
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Kumail, hijo de una familia de inmigrantes
pakistaníes, intenta ganarse la vida como monologuista cómico. Su vida cambia
cuando conoce a Emily, una joven con la que empieza una relación a espaldas de
su madre y su conservadora familia, que intentan buscarle esposa. Pero todo
cambia cuando al poco de romper, Emily es ingresada en el hospital y puesta en
coma.
Crítica: Sui géneris autobiografía de la relación real
entre el cómico Kumail Nanjiani y Emily Gordon, cuyo guión viene firmada por
ellos mismos y que con alguna que otra libertad artística necesaria para
aderezar la trama y meter elementos de ficción que eviten convertirla en un
documental al uso, el autor de Baxter [2005] y Hola, mi Nombre es Doris [2015]
acomete una magnífica radiografía de las relaciones interculturales así como de
la sociedad siglo XXI, cuyo perfecto equilibrio entre comedia y drama la
convierte en un disfrute a los sentidos (la forma en la que Kumail va limando
asperezas con los padres de Emily tras el ingreso de ésta en el hospital, lenta
pero preciosa, con unos Ray Romano y Holly Hunter inconmensurables; los
primeros encuentros entre Emily y Kumail, que evidencian la gran química entre
ellos: Kazan se sale por lo divertido y encantador de su papel; todos y cada
uno de los intentos de la madre de Kumail por encontrarle esposa a su en teoría
descarriado hijo, que aglutinan algunos de sus mejores gags). Repleta de una
agradecida frescura en cada uno de sus diálogos y de un halo de cotidianidad
que permite hacerla cercana al espectador, La Gran Enfermedad del Amor es una
perita en dulce que sabe mantener cierto grado de intriga hasta el último
momento, y que no se libra de pasajes más crudos que otros (Kumail, explicando
a sus padres la verdad sobre Emily: instante 180 grados opuesto a lo que
sucedió realmente, pero que permite reflejar un mundo en donde el individuo
ésta supeditado a la familia, el honor y a tradiciones milenarias no superadas;
los compañeros y amigos de Kumail, unos monologuistas con unas ideas muy
particulares sobre la vida y hacer el humor; su epílogo, que despeja la gran
duda de si el amor triunfa o fracasa: sin palabras). Un trabajo redondo, dotado
de naturalidad y simpatía, que saca la sonrisa incluso en el momento más
involuntario.
La Puntilla: Lo más importante de cualquier comedia
romántica es transmitir emociones. Y ninguna como la esperanza frente a la
adversidad.
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