Publicado El: Lunes, 16-Oct-2017. Nº De Serie: C25/TCM/0002272.
Vista En: Cines Cinebox (Corvera), domingo 24 de
diciembre de 2006.
Título Original: The Covenant.
Director: Renny Harlin.
Guión: J.S. Cardone. Género: Fantástico.
Música: Tomandandy. Fotografía: Pierre Gill.
Decorados: Josée Arsenault y Sylvie Desmarais. Vestuario: April Napier.
Productoras: Screen Gems, Eyetronics, Lakeshore
Entertainment, Mel’s Cite du Cinema y Sandstorm Films. Presupuesto: ±20.000.000 $.
País: USA. Año: 2006. Duración: 97 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Steven Strait
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Caleb Danvers
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Laura Ramsey
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Sarah Wenham
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Taylor Kitsch
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Pogue Parry
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Chace Crawford
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Tyler Simms
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Toby Hemingway
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Reid Garwin
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Sebastian Stan
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Chase Collins
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Jessica Lucas
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Kate Tunney
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Kyle Schmid
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Aaron Abbot
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Wendy Crewson
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Evelyn Danvers
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Stephen McHattie
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William Danvers III
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Kenneth Welsh
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Director Provost Higgins
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Rob Burns
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Sr. Pennyworth
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: En el pueblo de Ipswich Caleb, Pogue, Reid y
Tyler son cuatro amigos descendientes de familias de brujos con unos poderes
ascenderán al cumplir los 18 años. Pero una serie de sucesos les llevan a saber
que hay un descendiente de una línea familiar que se creía desaparecida, Chase
Collins, cuyo poder ya ascendió y que llega al pueblo en busca de venganza.
Crítica: Pastiche de pseudoterror que parece un remake
en clave brujeril de El Cazador de Sueños [Lawrence Kasdan, 2003] con una
mezcla imposible de Jóvenes y Brujas [Andrew Fleming, 2006], proponiendo una
trama con unos pasajes ciertamente oscuros más por sus implicaciones morales
que por las de fantasía oscura, reuniendo a un reparto principal tan poco
inspirado que son algunos de los secundarios los que realmente se llevan el
gato al agua (Caleb, Pogue, Reid y Tyler, cuatro descerebradas copias
americanas de Harry Potter cuyas ganas de juerga y diversión se topan con un
problema de los gordos; el papel de Wendy Crewson, la clásica madre dominada
por el alcohol, pero con un matiz sobrenatural de por medio a sabiendas de lo
que pasará con su hijo cuando ascienda; algunos términos coloquiales como
“pútrido”, un intento de crear atmósfera y un universo propio escasamente
conseguido). Metiendo un tono desenfadado y en exceso modernillo, La Alianza
del Mal se antoja como un verdadero desastre cinematográfico de solapado
contenido pesimista, que naufraga hasta el fondo del océano de la mediocridad
por destruir sus ideas de manera sistemática (la pose de Sebastian Stan como
Chase, predecible y manida hasta la saciedad; el instante en el que Caleb lleva
a Sarah a conocer a William, su padre, un breve Stephen McHattie: más
sobrecogedor que todos los conjuros que lanzan sus protagonistas; el retrato de
la brujería que hace la película, casi como si fuesen unos superpoderes de
Marvel o DC Comics: un error al 1000‰). Enviada al abismo de las necedades y
sin un solo apartado técnico que realmente consiga destacar como la fotografía
de Ipswich y sus alrededores o la banda sonora de Tomandandy, la tentativa de
Harlin es todo un desperdicio de tiempo y talento incapaz de superar sus muchos
fallos. Una broma sin gracia que parece sacada de un videoclip de Britney
Spears.
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