Vista En: Gnula.nu, sábado 11 de noviembre de 2017.
Título Original: The Return of the Texas Chainsaw Massacre.
Director: Kim Henkel.
Guión: Kim Henkel. Género: Terror.
Música: Wayne Bell y Robert Jacks. Fotografía: Levie Isaacks.
Decorados: Leslie Bonnell, Heyd Fontenot, Bryant
Jackson, Frank Kozik, D. Montgomery y Jennifer Schneider. Vestuario: Kari Perkins.
Productoras: Return Productions, Ultra Muchos Productions
y Genre Pictures. Presupuesto: ±600.000 $.
País: USA. Año: 1994. Duración: 86 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Renée Zellweger
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Jenny
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Matthew McConaughey
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Vilmer Slaughter
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Robert Jacks
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Cara de Cuero Slaughter
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Tonie Perenski
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Darla
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Joe Stevens
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W.E. Slaughter
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Lisa Newmyer
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Heather
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John Harrison
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Sean
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Tyler Cone
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Barry
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James Gale
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Sr. Rothman
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Chris Kilgore
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Chofer de Rothman
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Susan Loughran
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Madre de Jenny
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David Laurence
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Padrastro de Jenny
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Durante su noche del baile de promoción del
instituto, Jenny y sus amigos Heather, Sean y Barry tienen un accidente con el
coche cuando se van de allí. Intentando volver a su casa al estar perdidos en
mitad del bosque llegan hasta una oficina de seguros donde conocen a Darla, pero
los cuatro se topan con una familia de psicópatas que les persiguen sin
descanso.
Crítica: Co-guionista de La Matanza de Texas [Tobe
Hooper, 1974] junto con el propio autor de la misma, Kim Henkel salta a la
dirección con una mezcla extraña entre secuela, remake y reinvención de la
misma, copiando algunos momentos ya vistos en anteriores partes y creando otros
distintos, a resultas de una mezcla nada explosiva y anticlimática, que además
contiene pasajes sin sentido ninguno (una avioneta, apareciendo de la nada para
meter uno de esos semi-finales que no vienen a cuento; la aparición de Rothman
en mitad de reunión familiar de los Slaughter, una especie de ¿ejecutivo/rico?
que en realidad es como un elefante en una cacharrería: estorba en todo
momento; los personajes, en especial Barry, un auténtico cretino de esos con el
que es imposible empatizar o lamentar que le pase algo malo). Muy deficiente
tanto en lo hortera de su vestuario como en una partitura musical que dista de
ser espantosa o de generar suspense, La Matanza de Texas: La Nueva Generación
es una cátedra de como no hacer una película de miedo, comenzando con un elenco
que no hay modo de creer y con giros de guión, aparte de predecibles, resultan
incoherentes (Joe Stevens, una especie de psicópata amante de las frases
célebres que resulta casino por definición; Darla, una auténtica bomba sexual,
con una Tonie Perenski sexy incluso en lo perturbado de su papel: la escenita
de ir a pedir pizzas no tiene desperdicio; Matthew McConaughey, un villano
sobreactuado de mala manera, notándose que lo pasa demasiado bien en los
excesos de su personaje). Una metedura de para detrás de otra que en vez de
llegar a cotas estratosféricas, lo que hace es alcanzar a profundidades
subterráneas a nivel de manto terrestre (Darla y Vilmer, poniéndose un poco
juguetones; la cena familiar, marca de la casa, por tercera vez faltándole ese
toque de genialidad de otros tiempos). La serie Z, en todo su esplendor.
La Puntilla: No lo entiendo: ¿concibes y escribes la original, pero cuando lo haces tú la pifias estrepitosamente?.
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