Vista En: Gnula.nu, lunes 20 de noviembre de 2017.
Título Original: Children of the Corn: The Gathering.
Director: Greg Spence.
Guión: Stephen Berger y Greg Spence, inspirado en el
relato corto Los Chicos del Maíz, de Stephen King, publicado en 1978. Género: Terror.
Música: David C. Williams. Fotografía: Richard Clabaugh, Chuck Hatcher, Dean Lent y
Michael Off.
Decorados: Vicki Dittemore. Vestuario: [Desconocido].
Productora: Dimension Films. Presupuesto: [Desconocido].
País: USA. Año: 1996. Duración: 85 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Naomi Watts
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Grace Rhodes
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Jamie Renée Smith
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Margaret Rhodes
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Karen Black
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June Rhodes
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Mark Salling
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James Rhodes
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Samaria Graham
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Mary Anne
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Brent Jennings
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Donald Atkins
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Toni Marsh
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Sandra Atkins
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Lewis Flanagan III
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Marcus Atkins
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Brandon Kleyla
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Josiah
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William Windom
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Doc Larson
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Salle Ellis
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Jane Nock
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Marietta Marich
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Rosa Nock
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Grace Rhodes es una joven que vuelve a su
casa materna en el pueblo de Grand Island para atender a su anciana madre, que
sufre de varias alucinaciones así como de agorafobia. Pero a su llegada una
rara epidemia se ceba en los niños en el pueblo, que acaban trastornados y
sometidos al poder de Josiah, un predicador que los recluta para asesinar a sus
padres.
Crítica: Siguiendo la estela de Fritz Kiersch en la
primera y de James D.R. Hichox en la tercera parte, Greg Spence hace su debut
como director para extender una saga inducida a nivel máximo de ridículo y descrédito
absoluto, dirigiendo una cuarta entrega en donde todo se confabula para seguir
con la herencia de lo atroz y repugnante, prescindiendo del terror para irse
directos a la casquería fácil por más que intenta ir al psicólogo (Mary Anne,
sufriendo un destino que apuntaría maneras para aparecer en cualquier
continuación de Hellraiser: Los que Traen el Infierno [Clive Barker, 1987]; las
varias pesadillas y alucinaciones de June, encarnada por una convincente Karen
Black: de lo escaso que es mínimamente resultón; el cambio de actitud y de
nombres de los niños tras su enfermedad, que parece inspirado malamente de El
Pueblo de los Malditos [John Carpenter, 1995]). Aunque su protagonista
principal se esfuerza por dar algo de credibilidad y dignidad a la cinta lo
cierto es que Los Chicos del Maíz 4: La Reunión es un suma y sigue de memeces
fílmicas que ruborizan de vergüenza ajena, poco inspirado y aún menos trabajado
como se debía, ni siquiera en lo aséptico y nulo de banda sonora y fotografía
(William Windom, saliendo de la serie Se ha Escrito un Crimen [1984] para hacer
uno de esos papeles-cheque: la manera en que sale de escena es patética y nada
creíble; Grand Island, otro pueblecito como el Gatlin original o su posterior
Hemingford: un entorno idílico donde en realidad abundan los secretos y el mal
campa a sus anchas; Grace, examinando unos resultados médicos). Con algún que
otro giro del guión que sí merecía mejor fortuna (la visita de Grace a dos
ancianas), Spence convierte hora y media de metraje en un bochorno al que
cuesta digerir por la ruina e insensatez que desprende. Nefasta.
La Puntilla: Estas secuelas son como morcillas: parecen salir de una cadena de envasado y todas tienen el mismo sabor a desastre.
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