Vista En: Gnula.nu, lunes 20 de noviembre de 2017.
Título Original: Children of the Corn III: Urban Harvest.
Director: James D.R. Hickox.
Guión: Dode B. Levenson y Matt Greenberg, éste
último sin acreditar, inspirado en el relato corto Los Chicos del Maíz, de
Stephen King, publicado en 1978. Género: Terror.
Música: Daniel Licht. Fotografía: Gerry Lively.
Decorados: Christopher Lewis. Vestuario: Susanna Vertal.
Productoras: Force Majeure Productions, Trans Atlantic
Entertainment, Park Avenue Productions y Illustra Films. Presupuesto: [Desconocido].
País: USA. Año: 1995. Duración: 92 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Daniel Cerny
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Eli Porter
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Ron Melendez
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Joshua Porter
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Jim Metzler
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William Porter
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Nancy Lee Grahn
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Amanda Porter
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Jon Clair
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Malcom Elkman
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Mari Morrow
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Maria Elkman
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Michael Ensign
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Padre Frank Nolan
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Duke Stroud
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Earl
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Rif Hutton
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Arnold
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Garvin Funches
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T-Loc
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Gina St. John
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Diane
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Yvette Freeman
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Samantha
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Eli y Joshua Porter son dos hermanos que se
mudan a Chicago al ser adoptados por William y Amanda, después de que unos
sucesos en Gatlin los dejasen sin su padre. Pero mientras Joshua se va
adaptando a la sociedad moderna, Eli comienza a reclutar fieles en el instituto
donde ambos estudian, fundando un culto para perpetuar así el legado de Isaac.
Crítica: El hermano del director de Hellbound:
Hellraiser II [Anthony Hickox, 1988] se lanza como director con una ópera prima
demencial y oligofrénica a la que los despropósitos se van acumulando de manera
imparable y progresiva hasta llegar al paroxismo de la serie Z con ínfulas de
grandilocuencia (todos los estilismos y vestuarios de la película, sin
excepción, pecando y mucho de un exceso de mal gusto de los protagonistas a los
estudiantes de instituto: la galería de los horrores, pura y sin diluir; Joshua
y Eli, el primero cambiando a la mentalidad moderna mientras el otro refuerza
posiciones: el dominio de Eli sobre su hermano mayor resulta casi cómico; las
pesadillas del Padre Nolan, un mero pretexto para meter flashbacks de las
películas previas en un intento por vivir de ellas: un desatino). Luciendo unos
cutrefectos especiales que no pueden ser más calatimosos ni deseándolo, amén de
una banda sonora que se dedica a potenciar aún más ese sabor a disparate
convertido en película, Los Chicos del Maíz 3: La Cosecha Urbana sigue
exactamente los mismos pasos de Los Chicos del Maíz 2: El Sacrificio Final
[David F. Price, 1992], a la que gana en casquería (el epílogo, un émulo a La
Cosa (El Enigma de Otro Mundo) [John Carpenter, 1982] pero más elevado en sus
niveles de mortandad, que debería pasar a los anales del cine en cuanto a como
no acabar una película; Daniel Cerny, al que si no se le escapa la risa varias
veces es de milagro; el destino final de Malcolm, apuntando maneras de
alucinación en vena). Hasta cómica sin pretenderlo en varias ocasiones en las
que debería ser de terror (la cena en casa de los padres de Malcolm y María,
Amanda en el maizal o Malcolm y su protesta a Joshua por una cancha de
baloncesto vacía), James D.R. Hichox le da la vuelta a sus intenciones en todo
momento, creando una cinta donde el terror brilla por su ausencia. Y el
escarnio llega a ser deslumbrante,
La Puntilla: ¿De verdad hay alguien capaz de asustarse ante sandeces de tal calibre como este?. Un poco de cabeza, por favor.
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