La Casa de la Colina [1993]

 Publicado El: Jueves, 21-Sep-2017. Nº De Serie: C25/TCM/0002198.

 Vista En: TVE-1, domingo 17 de septiembre de 2006.

 Título Original: A House on the Hills.

 Director: Ken Wiederhorn.

 Guión: Miguel Tejada-Flores y Ken Wiederhorn, con contribución añadida de David Greenberg. Género: Intriga.

 Música: Richard Einhorn. Fotografía: Joseph M. Civit.

 Decorados: Manuel Demoulling. Vestuario: Marcy Craig.

 Productora: Delux Productions. Presupuesto: [Desconocido].

 Países: USA y Luxemburgo. Año: 1993. Duración: 95minutos. Color.

Reparto:	Personajes:
Helen Slater	Alex Weaver
Michael Madsen	Mickey
Jeffrey Tambor	Willie
James Laurenson	Ronald Rankin
Elyssa Davalos	Sondra Rankin
Taylor Lee	Patty Neubauer
Toni Barry	Susie
James Noellenhoff	Chef
Margaret Parke	Recepcionista
Larue M. Mall	Productor
Vincent Eaton	Director
Sally Daykin	Director de casting

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 Argumento: Alex Weaver es una aspirante a actriz que acepta un trabajo de lo más sencillo: cuidar una casa de las colinas de Beverly Hills durante un fin de semana. Pero cuando aparece Mickey, un intimidador delincuente, entre ambos se establece un peligro juego del gato y el ratón a base de intrigas que se complicará cuando ambos se enfrenten contra un asesino en serie.

 Crítica: Autor de Desmadre en la Universidad [1979] y La Divertida Noche de los Zombies [1988] entre otras, Ken Wiederhorn orquesta una pequeña trama con la tensión siempre a flor de piel para hacer de su improbable pareja de protagonistas dos seres atrapados por las circunstancias metidos en un mar de líos que poco a poco se les va de las manos, en que la ex estrella de Supergirl [Jeannot Szwarc, 1984] y el psicopático Sr. Rubio de Reservoir Dogs [Quentin Tarantino, 1992] acaban siendo un tándem con mucha más química de la que parece (Alex Weaver, una de tantísimas aspirantes a estrella de la Meca del Cine, atrapada en una vida de bajos vuelos: su escena probándose ropa de la dueña de la casa luciendo palmito o su desgarrada réplica de su profesión dan fe de que su belleza física va a la altura de su capacidad actoral; Mickey, un hombre violento que encuentra en Weaver a la horma de su zapato: la chispa entre ellos funciona de fábula; la aparición de Willie, un hombre en principio simpático pero que no tardará de demostrar ser más de lo que parece). Lejos de la perfección y de la excelencia cinematográfica, La Casa de la Colina no da lugar a engaños sobre sus pretensiones, siendo una propuesta llevadera y entretenida cuya banda sonora cumple lo necesario para dar envolvente que permita crear una cierta atmósfera de suspense, haciendo de la propia casa un personaje extra (Weaver, acudiendo a un casting para una telenovela que podría ser su gran oportunidad: su mirada a las otras candidatas evidencia la tremenda competencia/rivalidad por el éxito; el final, de esos inesperados y que no resultan un disparate en su desenlace; el vestuario, sobrio, con cierto gusto, evitando horterismos y excentricidades). Una producción escasa en lo tocante a medios, que funciona en los niveles básicos para erigirse en un film cuyo interés nunca decae. Un ejemplo de Serie B más que eficiente.

 La Puntilla: Camareras intentando ser actrices, ladrones, asesinos en serie y Beverly Hills. Como dijo aquel, “solo en América”.

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