Vista En: Cines Odeón (Corvera), sábado 21 de octubre
de 2017.
Título Original: La Piel Fría.
Director: Xavier Gens.
Guión: Jesús Olmo y Eron Sheean, basado en la novela
homónima de Albert Sánchez Piñol, publicada en 2002. Género: Fantástico.
Música: Víctor Reyes. Fotografía: Daniel Aranyó.
Decorados: Mani Martínez. Vestuario: Tatiana Hernández.
Productoras: Babieka, Gran Babieka, Kanzaman, Ink
Connection, Pontas Film & Literary Agency y The Ink Connection.
Presupuesto: ±8.500.000 € (±9.500.000 $).
Países: España y Francia. Año: 2017. Duración: 108 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Ray
Stevenson
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Gruner
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David
Oakes
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Amigo
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Aura
Garrido
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Aneris
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John
Benfield
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Capitán Axel
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Ben Temple
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Oficial Naval
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Iván
González
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Nuevo Oficial Meteorológico
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Winslow
Iwaki
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Senegalés
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Alejandro
Rod
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Portugués
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Julien
Blaschke
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Ruso
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Damián Montesdeoca
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Escocés
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: En 1914, un joven oficial viaja a una remota
isla en el límite del Círculo Antártico para trabajar como Observador
Climatológico. Pero su labor se convierte en supervivencia extrema cuando junto
a Gruner, el farero de la isla, deben combatir contra una raza de seres
humanoides anfibios que de vez en cuando salen siempre de noche del fondo del
mar para atacarlos.
Crítica: Extraña a la par que hipnótica producción
firmada por el realizador de Hitman y Frontera(s) [ambas de 2007], contando con
solo tres actores y un par de secundarios cuya aparición es fugaz de necesidad,
componiendo una odisea sobre la degradación humana y las consecuencias de un
aislamiento a largo plazo, dejando todo aspecto narrativo supeditado a un
insólito triángulo de actores donde uno de ellos desaparece totalmente debajo
de su personaje (Aura Garrido, una mascota y algo más con la que Gruner tiene
una relación de aristas afiladas y a veces indigestas: el maquillaje y los
efectos especiales para convertir a la prota de la serie Ángel o Demonio [2011]
en un ser del mar son impresionantes; Oakes, un hombre de pasado desconocido,
sin siquiera un nombre en toda la película: su cara de terror al descubrir a
los invasores de la isla o su muy tensa relación con Gruner resultan edificantes;
Gruner, o la humanidad descendiendo a la condición de animal, un hombre
entregado a la muerte, el maltrato y la destrucción: Stevenson lo borda en todo
momento). Sacando el máximo partido a los parajes de Lanzarote disimulados como
si de una isla antártica se tratase, La Piel Fría es un film que vive y depende
de su propio mundo personal, haciendo de su único escenario algo entre hermoso
y desolador (la costa de la isla, donde se sitúan el faro y la cabaña: un lugar
sin apenas vegetación, con el oleaje como inquietante amenaza; la decisión de
‘Amigo’ de bajar el fondo del mar de día, para recoger un arma qué utilizar con
que salvarse él y Gruner: tenso y con razón; Gruner, dejando encerrado a
‘Amigo’ en un balcón del faro toda una noche para que aprenda a matar: su
mirada al día siguiente, sin decir palabra, es perturbadora). Una película con
ciertos altibajos pero de factura más que correcta, cuyo final es algo flojo en
comparación a lo demás, aunque no estropea su fascinante acabado.
La
Puntilla: ¿Monstruos que
surgen del fondo del mar?. Nada que envidiar a los que surgen del fondo del alma humana.
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