Vista En: Cines Cinebox (Corvera), jueves 9 de abril de
2009.
Título Original: Dragonball Evolution.
Director: James Wong.
Guión: Ben Ramsey, basado en el manga japonés Bola
de Dragón, publicado a partir de 1984. Género: Fantástico.
Música: Brian Tyler. Fotografía: Robert McLachlan.
Decorados: Roberto Bonelli. Vestuario: Mayes C. Rubeo.
Productoras: Twentieth Century Fox Film Corporation, Dune
Entertainment, Star Overseas,, Ingenious Film Partners, Big Screen Productions,
World Film Magic y Dune Entertainment III. Presupuesto: ±30.000.000 $.
Países: USA, Hong Kong y Reino Unido. Año: 2009. Duración: 88 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Justin Chatwin
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Goku
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Chow Yun-Fat
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Roshi
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Emmy Rossum
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Bulma
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Jamie Chung
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Chi Chi
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James Marsters
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Lord Piccolo
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Joon Park
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Yamcha
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Eriko Tamura
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Mai
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Randall Duk Kim
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Gohan
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Ernie Hudson
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Sifu Norris
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Texas Battle
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Carey Fuller
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Megumi Seki
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Seki
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Ian Whyte
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Ozaru
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Goku es un estudiante incomprendido en su
instituto enamorado de una compañera de clase. Cuando su abuelo resulte muerto
por un demonio llamado Picolo, él deberá unirse a una chica llamada Bulma y a
un maestro de artes marciales de nombre Roshi para encontrar las siete bolas
mágicas antes de que lo haga Picolo y pida el deseo de conquistar el mundo.
Crítica: Cabeza pensante de la saga Destino Final,
dirigiendo la primera y la tercera parte de ella, James Wong sepulta y
defenestra la emblemática saga de aventuras de Son Goku con un bodrio al que le
sobran notas de infamia y todavía más de vergüenza ajena, alterando pasados e
historias como le viene en gana en función de una trama insólitamente negligente
y lamentable, con un reparto de actores que los más competentes son absurdos y
los menos ya están en niveles de torturarlos y hacerlos comida para perros
(Chow Yun-Fat, haciendo del maestro Roshi {Mutenroy}, haciendo del patetismo un
arma de destrucción mental masiva, una actuación digna de pasarse diez años
entre rejas; Emmy Rossum, la protagonista de El Día de Mañana [Roland Emmerich,
2004], desubicada y penosa, en que lo del mechón azul para hacerle el guiño a
la Bulma original es burdo sin más: ¿tan difícil era ponerle el pelo azul por
completo?; la descripción de Goku como estudiante de instituto acomplejado, una
burla flagrante y repulsiva con la que el soso de Justin Chatwin es digno de
ganar el Razzie al peor actor para los restos). Amén de lucir unos efectos
especiales ridículos y unos giros de guión tan desmelenados como un viaje de
ácido, Dragonball Evolution debería haberse llamado en verdad Dragonball
Involution, tomando el trabajo de Toriyama para hacer de él de todo menos un
producto decente (un irreconocible James Masters, el vampiro Spike de las
series Buffy, Cazavampiros [1997] y Angel [1999], o la versión degradada del
Picolo más chapucero; la aparición del Ozaru o la técnica del Kamehameha, dos
momentos para hacer sangrar los ojos como cataratas del Niágara). Con una
escena tras créditos finales que nada aporta salvo el intento de abrir una
puerta a unas improbables futuras secuelas, el film es una muestra de la peor
cara de Hollywood: la que pasa del respeto y hace lo que le sale de ahí.
La Puntilla: ¡Robespierre, que venga Robespierre!. ¡Que
por aquí hay unos cuantos cretinos a los que guillotinar!. ¡¡Y hasta dos
veces!!.
Mi
Valoración
★★★★★
por que yo no le puedo poner cero estrellas?? o menos!! se puede? ajajaj
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