Vista En: Cines Cinebox (Corvera), jueves 13 de
septiembre de 2012.
Título Original: Dredd.
Director: Pete Travis.
Guión: Alex Garland, basado en el personaje creado
en 1977 por John Wagner y Carlos Ezquerra. Género: Ciencia Ficción.
Música: Paul-Leonard Morgan. Fotografía: Anthony Dod Mantle.
Decorados: Michelle Day. Vestuario: Dianna Cilliers y Michael O’Connor.
Productoras: Reliance Entertainment, IM Global, DNA Films,
Peach Trees, Reliance Big Entertainment, Reliance Big Pictures, Rena Films
Presupuesto: ±35.000.000 $.
Países: Reino Unido, USA, India y Sudáfrica. Año: 2012. Duración: 95 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Karl Urban
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Juez Dredd
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Olivia Thirlby
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Cassandra Anderson
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Rakie Ayola
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Juez Jefe
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Lena Headey
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Madeline Madrigal ‘Ma-Ma’
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Domhnall Gleeson
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Clan Techie
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Warrick Grier
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Caleb
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Wood Harris
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Kay
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Joe Vaz
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Big Joe
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Langley Kirkwood
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Juez Lex
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Edwin Perry
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Juez Alvarez
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Karl Thaning
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Juez Chan
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Michele Levin
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Juez Kaplan
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: En un futuro en donde la radiación ha
desolado Estados Unidos y provocado la creación de Mega Ciudades, la única fuerza
que impone la ley es una mezcla de policía y jueces. Dredd, el más famoso de
ellos, es enviado a un Mega-Bloque junto a Cassandra Anderson, una novata en
fase de prueba, para detener a una violenta criminal, quedándose atrapados
dentro.
Crítica: Segunda adaptación del hiperviolento
personaje futurista después de la fallida Juez Dredd [Danny Cannon, 1995], en
donde el simpático Karl Urban hereda el personaje de Sylvester Stallone para
llevar a su máxima expresión toda la acción y violencia de éste, notable en maneras
algunas sorprendentes y con un reparto en donde Lena Headey abandona la
simpatía de sus papeles como en Rosas Rojas [Ol Parker, 2005] para hacer cosas
más expeditivas (las panorámicas de los Mega-Bloques, unas mini-ciudades de 200
pisos de altura convertidos en una ratonera de la que no hay salida alguna;
Anderson, usando sus poderes mentales para ponerse a jugar con un delincuente
cuyas secuelas son de esas que duelen solo de pensarlo). Dotada de una cierta
atmósfera que se antoja algo más real de lo que debería en un principio, la
tercera película de Travis después de En el Punto de Mira (Vantage Point)
[2008] y Endgame [2009] resulta una atractiva propuesta con detalles muy
cuidados y otros de futurismos que parecen rendir solapados homenajes, todo ello
combinado con cierta gracia (la descripción de la droga slo-mo así como de sus
efectos, una prima hermana del tempo-bala de Matrix [Larry y Andy Wachowski,
1999]; la emboscada a Dredd y Anderson, soltando una tormenta de balas que
haría las delicias del Sam Peckinpah más desatado; Anderson, probando su
capacidad telepática con Dredd, deteniéndose a punto de dar con algo
interesante, un símbolo de la naturaleza esquiva de la propia película). Dredd,
a pesar de una cierta apariencia de limitación en su puesta en escena, es un
film con más de un punto a su favor como el personaje de Domhnall Gleeson,
revelando que el talento y legado de su padre Brendan está a buen recaudo, y
cuya temática la acerca a actioners como El Justiciero de la Noche [J. Lee
Thompson, 1985], en clave futurista y, desde luego, disfrutable como el mejor
placer culpable.
La Puntilla: ¿Una droga que hace percibir el tiempo al 1%
de su velocidad?. ¡Dios!, no quiero ni imaginar como sería eso echando un
polvo.
Mi
Valoración
★★★★★
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