Vista En: Antena 3, miércoles 10 de septiembre de 2003.
Título Original: Deep Rising.
Director: Stephen Sommers.
Guión: Stephen Sommers. Género: Fantástico.
Música: Jerry Goldsmith. Fotografía: Howard Atherton.
Decorados: Annmarie Corbett y Rose Marie McSherry. Vestuario: Joseph Porro.
Productoras: Hollywood Pictures, Cinergi Pictures
Entertainment y Calimari Productions. Presupuesto: ±45.000.000 $.
Países: USA y Canadá. Año: 1998. Duración: 107 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Treat Williams
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John Finnegan
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Famke Janssen
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Trillian St. James
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Anthony Heald
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Simon Canton
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Kevin J. O’Connor
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Joey Pantucci
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Wes Studi
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Hanover
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Derrick O’Connor
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Capitán Atherton
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Jason Flemyng
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Mulligan
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Cliff Curtis
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Mamooli
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Clifton Powell
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Mason
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Trevor Goddard
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T. Ray
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Djimon Hounsou
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Vivo
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Una Damon
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Leila
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Un grupo de mercenarios viajan a bordo de un
bote comandado por John Finnegan, con intención de abordar un trasatlántico de
lujo llamado Argonáutica. Pero cuando llegan hasta el enorme navío, se
encuentran que este ha sido tomado por unos monstruos submarinos devorahombres
que han matado a los pasajeros y ahora intentan comérselos a ellos mismos.
Crítica: Desternillante propuesta de la más pura y
disfrutable serie B hecha por el mismo director de Las Aventuras de Huckleberry
Finn [1993] y El Libro de la Selva: La Aventura Continúa [1994], en una trama
que mezcla un poco de Alien, el Octavo Pasajero [Ridley Scott, 1979] con El
Barco de la Muerte [Alvin Rakoff, 1980] y otros títulos parecidos, cuyo
resultado es el de un mero pasatiempo sin complejos ni pudores con el que
disfrutar un buen rato gracias tanto a las secuencias de humor como a las de
acción (Treat Williams, antaño gran promesa con El Príncipe de la Ciudad
[Sydney Lumet, 1981], buscando el modo de demostrar que aún tiene hueco en el
cine: su socarrón personaje es de lo mejor de la película; el lenguaje soez de
la película, un añadido extra de incorrección política tan a la altura como las
ironías de sus diálogos: uno de esos detalles que se agradecen; el Argonáutica,
convertido para la ocasión de barco de recreo en una ratonera donde cada
esquina tiene sorpresita: lo de la visita a los niveles inferiores es del museo
del horror). Fantástica en la rivalidad Finnegan/Hanover y con un reparto
huyendo de sus propios clichés Deep Rising: El Misterio de las Profundidades es
una juerga perpetua recreada alegremente en su propia visceralidad, con
momentos de puro delirio (Famke Janssen y Wes Studi, ella menos letal y
perversa que cuando 007: GoldenEye [Martin Cambpell, 1995] y él con pelo para
no recordar siempre a El Último Mohicano [Michael Mann, 1992]; Canton, dando un
atisbo de las dimensiones de los bichos: para acongojarse y mucho; Finnegan y
su anécdota del pulpo y el pez, perfecta a las mil). Fabulosa en la partitura
sonora de Goldsmith, la labor de Sommers culmina con un final irreverente y tan
oligofrénico como el resto de su relato, dejando un buen sabor de boca pese a
algunas secuencias que se nota el efecto digital. Como el bicho haciendo su
gran aparición.
La Puntilla: Palomitas, refrescos, colegas, y a disfrutar
a base de salvajadas. Y sin cargos de conciencia por tanta aniquilación en
masa.
Mi
Valoración
★★★★★
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