Vista En: Cines Centro (Gijón), sábado 14 de junio de
2003.
Título Original: Driven.
Director: Renny Harlin.
Guión: Sylvester Stallone, basado en una historia
original de Jan Skrentny y Neal Tabachnick. Género: Drama.
Música: BT. Fotografía: Mauro Fiore.
Decorados: Gordon Sim. Vestuario: Mary McLeod.
Productoras: Franchise Pictures, Epsilon Motion Pictures,
Trackform Film Productions, Champs Productions y Mel’s Cite du Cinema.
Presupuesto: ±94.000.000 $.
Países: USA, Canadá y Australia. Año: 2001. Duración: 116 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Sylvester Stallone
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Joe Tanto
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Burt Reynolds
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Carl Henry
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Kip Pardue
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Jimmy Bly
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Robert Sean Leonard
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Demille Bly
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Stacy Edwards
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Lucretia Clan
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Til Schweiger
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Beau Brandenburg
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Gina Gershon
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Cathy Heguy
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Estella Warren
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Sophia Simone
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Cristián de la Fuente
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Memo Heguy
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Brent Briscoe
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Crusher
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Verona Feldbusch
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Nina
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Jasmine Wagner
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Ingrid
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Joe Tanto es un antiguo piloto de Formula 1
al que Carl Henry, su antiguo jefe, saca del retiro para que ayude a un piloto
novato, Jimmy Bly, a ganar el campeonato del mundo. Pero Bly, agobiado por las
presiones de su hermano y manager, Demille, encuentra refugio en Sophia, la ex
novia de su rival Beau Brandenburg, lo que causa más problemas entre ambos.
Crítica: Realizador de actioners como Memoria Letal
[1996] y Deep Blue Sea [1998] entre otros, Renny Harlin se va al drama
deportivo aderezado con unas dosis nada desdeñable de acción en lo que es un
film para super machos alfa, haciendo de la mujer una simple estatuilla
decorativa y poco más (Sophia, la clásica chica cuya presencia en la pantalla
solo sirve para enturbiar las aguas entre los protas; Cathy, una impresionante
Gina Gherson, que más allá de un físico espectacular solo aporta la amargura de
una ex resentida). Partiendo del guión del propio Stallone, éste hace una
mirada algo amarga de lo que es el negocio de la Fórmula 1, teniendo en un su
pequeño puñado de protas todo lo que necesita para fabular una historia con
algo de comedia y también con algo de drama (Carl Henry, un empresario
despiadado capaz de lo que sea por ganar: su charla con Tanto sobre el viejo
Tanto es fenomenal; el accidente de uno de los pilotos, espectacular y
explosivo, lleno de intriga tras iniciarse el consabido fuego; Bly y Tanto, a
la carrera por medio Chicago con dos Fórmula 1 a máxima potencia, casi más
parecido a la ciencia ficción que a otra cosa). Predecible de principio a fin y
dándose el placer de tener a gente como Burt Reynolds y Robert Sean Leonard
haciendo lo que mejor saben, que es robarse escenas una detrás de otra, el film
es un mero pasatiempo consciente de su condición de simple devaneo de coches y
chicas impresionantes, entretenido y emocionante que apela al espíritu de
aventura para ser atractivo (Tanto, un hombre con traumas sobre su conciencia
en busca de redención; Demille Bly, la perfecta sanguijuela viviendo a costa de
la fama de su hermano; Beau, el rival a abatir sin más atributo que ser el
rival a abatir: Til Schweiger tiene la capacidad dramática de un lechuguino). A
los postres, Driven solo es un juego de carreras y amoríos varios. Solo que a
trescientos kilómetros por hora.
La Puntilla: ¿Una persecución por ciudad, con coches de
Fórmula 1?. ¿Y no se estrellan ni destrozan nada a 300 Km/h?. ¡¡Tú te lo flipas
colega!!.
Mi
Valoración
★★★★★
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