Vista En: Cines Los Prados (Oviedo), domingo 8 de
septiembre de 2013.
Título Original: Pan & Gain.
Director: Michael Bay.
Guión: Christopher Markus y Stephen McFeely, basado
en el artículo Pain & Gain, de Pete Collins, publicado en 1999 en el Miami
New Times. Género: Comedia.
Música: Steve Jablonsky. Fotografía: Ben Seresin.
Decorados: Xavier Cortes, Richard E. Kruder, John
Francis Kupfer, Ashley Metzel, Jennifer Raneri, Dustin Read, Jeremy Alan Read,
Emilio Saez y John Sommerville. Vestuario: Colleen Kellsall y Deborah L. Scott.
Productoras: Paramount Pictures y De Line Pictures.
Presupuesto: ±26.000.000 $.
País: USA. Año: 2013. Duración: 129 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Mark Wahlberg
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Daniel Lugo
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Dwayne Johnson
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Paul Doyle
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Anthony Mackie
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Adrian Doorbal
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Tony Shalhoub
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Victor Kershaw
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Ed Harris
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Ed DuBois
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Rob Corddry
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John Mese
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Rebel Wilson
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Robin Peck
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Ken Jeong
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Jonny Wu
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Bar Paly
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Sorina Luminita
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Michael Rispoli
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Frank Griga
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Tony Plana
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Capitán Lopez
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Emily Rutherfurd
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Carolyn ‘Cissy’ DuBois
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Daniel Lugo es un entrenador de fitness que
trabaja a modo de preparador físicos de ricachones. Harto de una vida que no le
satisface y de estar al serivcio de otros, convence a su socio Adrian Doorbal y
a un tercero que ha estado en prisión, Paul Doyle, para asaltar a Victor
Kershaw y robarle todo su dinero. Pero sus planes y irán uno tras otro de mal
en peor.
Crítica: El autor de las trepidantes Armageddon
[1998] y Transformers [2007] cambia de registro escénico para dejar atrás la
acción desmedida y sin freno de sus habituales proyectos como La Roca [1996]
para meterse a recrear con toda su locura las astracanadas de una panda de
musculitos de gimnasio en busca del sueño americano, encarnados por dos
eficientes Mark Wahlberg y Anthony Mackie, y un Dwayne Johnson tan sorprendente
como alucinante, el cual se roba la película eclipsando a sus compañeros por
méritos propios (el retrato de Lugo y de Doorbal, dos perdedores atrapados en
el mundillo de las pesas y los abdominales, obligados a agradar a los
ricachones solo para recibir migajas de ellos; Doyle, un hombre con demasiados
músculos y fe religiosa pero unas aberrante ausencia de neuronas: los momentos
en los que profesa su devoción hacia Lugo y sus planes son de llevarse las
manos a la cabeza). A una fotografía luminosa que retrata esa Florida soleada y
superficial se unen secundarios de peso como Rebel Wilson y un Tony Shalhoub
recuperado para el cine después de su larga serie Monk [2003], que completan
una película en donde el sentido común y la coherencia es precisamente lo que
menos hace acto de presencia (Lugo, Doyle y Doorbal, intentando asesinar a
Kershaw de mil maneras diferentes, solo para fallar en todas del modo más
desagradable: ¿de verdad Bay pensaba que ver algo como eso podía ser
divertido?; Doorbal y Peck, una enfermera cuya candidez solo es comparable a su
acritud una vez la cosa se desmadra: su insólita declaración durante del juicio
es de reírse sin parar; Lugo, asistiendo a un curso motivacional de Johnny Wu,
un breve pero desatado Ken Jeong, rememorando a su Leslie Chow de Resacón en
Las Vegas [Todd Phillips, 2009]). Una película salvaje y sin mesura, cuyo
cierre es aún más alucinante, demostrando que la realidad siempre supera la
ficción.
La Puntilla: Daniel Lugo, o la confirmación de que la
sociedad realmente ha perdido el norte. Y ya de paso, el resto de puntos
cardinales.
Mi
Valoración
★★★★★
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