CULTO (CINE DE)
El cine de culto tiene una sola
regla para ser llamado como tal: haber fallado en su primer intento. Bien por
haber sido un éxito más o menos moderado o diminuto, o por haber sido un sonoro
fracaso durante su exhibición en la gran pantalla, el tiempo y la paciencia son
los dos aliados que cogen a una película y la rescatan del olvido para una
nueva generación que logra entender mejor que la anterior lo que está viendo.
Lograda una segunda vida cinematográfica y un prestigio del que antes no gozó,
las películas de culto son variadísimas: de 2001: Una Odisea del Espacio
[Stanley Kubrick, 1968] a Asesino Implacable [Mike Hodges, 1971], y de Terror
en Amityville [Stuart Rosenberg, 1979] a Los Goonies [Richard Donner, 1985],
las así llamadas películas de culto cuentan a su favor con una legión de fans
que, encontrando en ella valores importantes o cualidades especiales que la
distinguen de las demás, títulos tan distintos como Una Mirada a la Oscuridad
[Richard Linklater, 2006], La Cosa (El Enigma de Otro Mundo) [John Carpenter,
1982] y El Club de los Cinco [John Hughes, 1985] forman un amplio abanico de
tesoros a 24 fotogramas por segundo que, inexplicablemente, enganchan a
cinéfilos especializados y amateurs con más fuerza de una adicción a las
drogas, analizándola hasta la extenuación para encontrar las claves ocultas por
las que esa, y no otra, es la película que de alguna manera le ha marcado y/o
la obsesiona de especial sobremanera. Un universo en si mismo que gana adeptos
a cada generación, el cine de culto es el de la fijación obsesiva, ese que,
como en las películas de Star Wars, todo en, desde los actores al decorado,
desde un cuadro en quién sabe qué pared al vestuario de sus actores, son
comentados, imitados y memorizados, incluso en los diálogos. A fin de cuentas,
¿hay alguien que tras ver Taxi Driver [Martin Scorsese, 1976] no haya imitado
lo de Robert De Niro hablando al espejo?.
Nº De Serie: NC/TCM/00393. Escrito Por: The Cineman.
Publicado El: Miércoles, 18 de enero de 2017.
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