Magia Atea (Sí, Existe)

MAGIA ATEA (SÍ, EXISTE)

 Durante siglos y a lo largo de la gran parte de la historia de la humanidad, la magia dejó de considerarse algo que fluía de forma natural como parte de la naturaleza, a ser considerado algo satánico por el Vaticano y sus represores de la cruz, todo en pos de una hegemonía religiosa y de credo que sacudió un continente entero con ordalías y miles (quizá millones) de mujeres muertas a base de fuego y odio, acusadas de brujería. Pero, en el siglo XX, el paradigma vuelve a cambiar para hacer un regreso a sus raíces gracias primero a J.R.R. Tolkien, y luego a J.K. Rowling. En El Señor de los Anillos hay magia, pero no hay dioses ni ángeles, como tampoco demonios. Los magos son istaris, seres venidos de otro reino llamado Valinor al servicio de los elfos, casi como unos elfos ‘clase B’. Y en la saga de Harry Potter, tanto en los siete libros como en las ocho películas, la religión jamás se toca, eludida sabiamente para mostrar un mundo donde los magos simplemente usan la magia porque pueden, no por pactos satánicos o dones divinos. Por tanto, se puede decir que es una magia atea, que se olvida de dioses del cielo y de demonios del infierno para ser un tanto más terrenal, incluso pseudo científica (los poderes de Harry y el resto de magos son por herencia sanguínea, implicando algún elemento químico o biológico para otorgarles dicho poder), mostrando que, al igual que Saruman y Voldemort, el mundo mágico posee tantas sombras como luces (encarnadas en el citado Harry y Gandalf), dando fe de un mundo oculto a los ojos de los simples mortales no porque ellos así lo desean, si no por la intolerancia de los racionalistas, incapaces en creer en todo lo sobrenatural por miedo/odio de perder su auto-engañado sentido del control, de aceptarlo como parte de la sociedad. Por tanto, sí, la magia es algo natural. El problema, por desgracia, reside en los represores que siempre lo verán como algo satánico.

 Nº De Serie: NC/TCM/00337. Escrito Por: The Cineman.

 Publicado El: Sábado, 3 de diciembre de 2016.

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