LOS SEMIVIVOS
Un vagabundo contra un sheriff
que desarrolla un extraño odio irracional en contra de él. Un trabajador del
metal que juega a la ruleta rusa con su mejor amigo. Un trastornado que conoce
al líder de una secta. Y un chico idealista e ingenuo que solo tras perder el
uso de sus piernas comprende la hipocresía de la sociedad. Acorralado (Rambo)
[Ted Kotcheff, 1982], El Cazador [Michael Cimino, 1978], The Master [Paul
Thomas Anderson, 2012] y sobretodo Nacido el 4 de Julio [Oliver Stone, 1989],
son cuatro ejemplos, al margen del género que traten, de los efectos que la
guerra dejan en los soldados que acudan a luchar en ellas, traumatizándolos
hasta dejarlos en un estado entre la vida y la muerte. Unos semivivos que,
atormentados por los fantasmas y horrores de un conflicto armado, deambulan por
un mundo que desea verlos luchando y matando en la guerra para satisfacer su
intereses, pero luego los desprecia y abandona a su suerte cuando ya no los
necesita. Una doble moral que alcanzó su punto culminante en Vietnam y la
posterior Irak, dejando miles de jóvenes de 18 a 20ypocos años en un estado de
desahucio moral y espiritual absoluto, repudiados no solo por los pacifistas,
si no por los que declaran las guerras y luego se sientan en sus despachos para
mandar a otros en su lugar. Películas como El Regreso [Hal Ashby, 1978], El
Francotirador [Clint Eastwood, 2014] y Un Largo Viaje [Jonathan Teplitzky,
2013] dan un buen recetario del daño, a veces físico, a veces psíquico, y casi
siempre ambos a la vez, lo que significa entrar en combate (sin olvidar
incontables series donde, en algún capítulo, se cuela alguna historia
parecida), y de lo que implica, tal como dijo Al Pacino en Esencia de Mujer
[Martin Brest, 1992] «la visión de un espíritu amputado». Porque no hay prótesis
para eso. Porque es demasiado fácil declarar guerras, para luego sentarse en
sus despachos y mandar a otros en su lugar.
Nº De Serie: NC/TCM/00302. Escrito Por: The Cineman.
Publicado El: Jueves, 10 de noviembre de 2016.
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