LAZOS BIOLÓGICOS, LAZOS AFECTIVOS
Parafraseando al Sr. William
Shakespeare (o más bien a su Hamlet, príncipe de Dinamarca), “Familia o no
familia. Esa es la cuestión”. No tanto el tenerla como el que ésta posea lazos
consanguíneos, es el dilema que muchas series y películas se plantean, ya no
solo en tema de adopciones si no en temas algo más difíciles. En Made in
America [Richard Benjamin 1993], Sarah Matthews es una afroamericana que busca
al donante de semen que pidió para su hija Zora...descubriendo para su horror
que se trata de un hombre blanco el cual trabaja como un estrafalario vendedor
de coches. Aunque a posterori acaba sabiéndose que la clínica traspapeló por
error los datos de todos los donantes y que Hal Jackson no es el padre, para
entonces ya no hay vuelta atrás: Hal se ha encariñado de Zora, y ya no es capaz
de entender la vida sin ella y sin su madre Sarah. Algo parecido ocurre en Jack
Reacher: Nunca Vuelvas Atrás [Edward Zwick, 2016], donde Jack, un hombre sin
pasado ni familia que vive el día a día, encuentra que una adolescente llamada
Samantha Dayton le ha demandado para hacerse prueba de ADN y confirmar que es
su padre. Y otra vez, más allá de si lo es o no, Reacher acaba teniendo en
Samantha un lazo afectivo y de cariño tanto o más poderoso que el consanguíneo,
descubriendo en ella alguien a quien querer y de quién preocuparse. Y dado que
la vida en si no tiene sentido, son las personas y como se relacionan entre
ellas las que le dan sentido. Y a veces no es tan crucial el estar emparentado
por sangre (a fin de cuentas, un detalle secundario del que no hay escapatoria
y que no se puede elegir) como por la más simple y sencilla empatía (que eso
sí, ya es de libre elección). Una realidad que, ejemplificadas en Hal y Jack,
viene a decir lo que el fondo es una realidad encubierta: que “familia” es una
unión entre personas no tanto por los lazos biológicos, si no por los lazos
afectivos.
Nº De Serie: NC/TCM/00352. Escrito Por: The Cineman.
Publicado El: Martes, 13 de diciembre de 2016.
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