“Criticaen25” es un punto de encuentro para todos los cinefilios, habitantes del séptimo planeta del sistema solar de las artes. Una propuesta amena y divertida a la par que abierta al debate y a la reflexión en la que, tan diariamente como sea posible, se irán comentando películas de todos los tiempos, con independencia de su género o fama. Un lugar en donde relajarse y disfrutar de un rato agradable en buena compañía.

Boicot a la Reina

BOICOT A LA REINA


 Lo que debería haber sido un gran éxito para el cine español, la película de un director famoso y con un plantel impresionante de actores, ha terminado en agua de borrajas gracias a que, en septiembre de 2015, Fernando Trueba se descolgase diciendo una serie de declaraciones que se abrían con «Nunca me he sentido español, ni cinco minutos de mi vida», y se iban por los Cerros de Úbeda en cuanto a perlas de sabiduría. Más allá de conflictos acerca de los nacionalismos y las identidades de los ciudadanos, el enorme boicot hacia La Reina de España [Trueba, 2016] es una confirmación, triste y deprimente, de que la dictadura digital es una realidad tangible, tan dura como las garras de Adamántium de Lobezno y tan afilada como ellas. Si hace años lo importante era limitarse a dirigir una película y hacerlo bien para tener un éxito, el siglo XXI y las redes sociales cambiaron este paradigma de forma peligrosa al estar peligrosamente cerca del Tercer Reich de Adolf Hitler. Al margen de la propia película, de las virtudes y/o defectos que pueda tener, o incluso de si es un infortunado regreso a aquel cine de sainete de Berlanga que pelis como 1898. Los Últimos de Filipinas [Salvador Calzo, 2016] han dejado atrás, La Reina de España se transforma en otro de tantos casos donde la censura se impone a la libertad creativa, marcando una terrible tenencia de que los autores deben suprimir la libertad creativa para ‘regalarles el oído’ (y la vista) a un público capaz de unirse para hacer destruir o arruinar algo cuando no les gusta. Una actitud retrógrada infame y pestilente que no se debe tolerar, porque si bien Trueba con justa razón se ganó las antipatías de los españoles y lo ha pagado con el estrepitoso fracaso de la película, hay una fina línea entre cometer un error y sufrir la debida retribución, a censurar por puro placer. Eso sería la confirmación, triste y deprimente, de la realidad de la dictadura digital.

 Nº De Serie: NC/TCM/00348. Escrito Por: The Cineman.
 Publicado El: Viernes, 9 de diciembre de 2016.

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