MÓVILES Y CINE: ENEMIGOS IRRECONCILIABLES
La tecnología de los teléfonos
móviles ha crecido de una manera tan rápida y tan exponencial que la balanza
entre sus infinitas capacidades y la forma de usarlas se ha desnivelado, en que
lo primero se ha impuesto a lo segundo a un nivel difícil de creer hace solo 5
ó 10 años atrás, dando como resultado una generación de moviladictos que ya no
es que sean incapaces de vivir sin mirar sus redes sociales todos los días, si
no que han perdido todo control sobre él, revisándolo obsesivamente a cada
momento como si la vida fuese en ello. Ya de por si peligroso, en materia de
cine esto se traduce en unos espectadores que despilfarran su dinero en una
entrada de cine para convertir la película en algo secundario, pasando de ésta
revisando cualquier red social de turno. Y peor aún, molestando a los demás en
algo tan en apariencia inocuo como la pantalla del móvil, porque en una
habitación iluminada no parece destacar: pero en una gran habitación a oscuras
como una sala de cine, el fogonazo de una pantalla de móvil es una enorme
molestia para los que están alrededor de ese espectador, diluyendo y
destruyendo la magia de lo que se supone es ir a ver una película olvidándose
durante un par de horas del millón de tareas del mundo exterior. Es por eso que
los móviles y en cine, en este punto, se convierten enemigos irreconciliables,
en que no se puede prestar atención a una cosa sin dejar de lado a la otra,
amén de incordiar a los que han pagado por ver una película (con lo caro que
está el cine), y no por estar todo el rato viendo a los de al lado dándole al
tecleo. Por eso, alguien tiene que decirlo a las claras, lector/a: si no puedes
pasar del móvil ni siquiera un par de horas, no vayas al cine. Primero, porque
es dinero que ahorras. Segundo, porque en un cine lo que debe importar es lo
que pasa en la gran pantalla que tienes ante tus ojos, y no en la pequeña
pantalla que tienes en tus manos.
Nº De Serie: NC/TCM/00330. Escrito Por: The Cineman.
Publicado El: Lunes, 28 de noviembre de 2016.
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