EL LADO OSCURO DEL ARCO-IRIS
Que el cine y la música van
entrelazados desde los inicio del primero es algo entendido por todo el mundo.
Ahora bien, a veces esto puede fusionarse de modos nunca imaginados. Y a tal
efecto, ningún experimento tan loco pero a la vez genial como el que se llevó
con una de esas películas familiares para la historia del cine. Tuvo que ser en
una década tan a contracorriente como los 70, cuando uno de los grupos más
psicodélicos de la época se la jugaron a una carta y triunfador más allá de lo
imaginable. Pink Floyd y su álbum de 1973 Dark Side of the Moon, con temas como
“Money”, hicieron de él una de esas obras maestras de la música del siglo XX.
Pero alrededor de 1994, con el auge de Internet al gran público, de pronto
surge el rumor, negado por la propia banda, de que Dark Side of the Moon, se
hizo ex profeso como banda sonora alternativa a El Mago de Oz [Victor Fleming y
otros, 1939]. Y ciertamente, si dicho álbum se coloca en paralelo a la película
a partir del tercer rugido del león de la Metro-Goldwyn-Meyer, ambas se solapan
de forma perfecta y en total sincronía, en que de pronto la película de Judy
Garland sufre un cambio radical en su metraje y significado. Tanto si Roger
Waters y David Gilmour lo hicieron adrede y luego jugaron a negar los rumores
como si fue una obra del azar, “Dark Side of the Rainbow” (El Lado Oscuro del
Arco-Iris), que es como se llama a la unión de la película y el álbum, es una
reinvención de géneros y de ideas preconcebidas que sirve como una maravillosa
muestra de ingenio. Porque, fuese quien fuese el que primera vez pensó en que
El Mago de Oz y Dark Side of the Moon, lo que hizo fue dar no solo uno de los
rumores más viejos de Internet, si no una película rehecha a base de rock más
progresivo surgido en la década del Watergate y la dimisión de Nixon. Una que,
a buen seguro, estará pululando íntegramente por algún rincón de Internet.
Nº De Serie: NC/TCM/00357. Escrito Por: The Cineman.
Publicado El: Sábado, 17 de diciembre de 2016.
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