“Criticaen25” es un punto de encuentro para todos los cinefilios, habitantes del séptimo planeta del sistema solar de las artes. Una propuesta amena y divertida a la par que abierta al debate y a la reflexión en la que, tan diariamente como sea posible, se irán comentando películas de todos los tiempos, con independencia de su género o fama. Un lugar en donde relajarse y disfrutar de un rato agradable en buena compañía.

Una Furia Incomprendida

UNA FURIA INCOMPRENDIDA


 Acercamientos a ellos los ha habido de diversas clases. Fantásticos como en La Isla del Fin del Mundo [Robert Stevenson, 1974], de ciencia ficción como Outlander [Howard McCain, 2008], históricos como en El Guerrero Nº 13 [John McTiernan, 1999] y hasta de corte épico como la propia Los Vikingos [Richard Fleischer, 1953]. Y es que pocos pueblos más fascinantes que los vikingos, con sus creencias, su famosa violencia desmedida y sus vestimentas y barcos, tan característicos. Pero lo que ninguno de ellos ha podido transmitir, a lo largo de todas sus aproximaciones, aunque la serie Vikingos [2013] sí ha ofrecido un cierto atisbo sobre esta cuestión, era el motivo de esa violencia, algo que en realidad es tan sencillo como decir “cuestión de fe”: porque un nórdico solo se ganaba el cielo (el Valhalla) en batalla. No tenían más opción. Era la única manera de que Odín, tras la misma, te escogiese digno para ocupar un lugar a la mesa con los dioses, con los que pasar el día luchando hasta quedar como muerto, para al ocaso las heridas sanarse, y así una y otra vez hasta el día del Ragnarok. Una furia incomprendida que el cine usó para deshumanizarlos a lo largo de los años, pero que poco a poco éste rebajó para indagar en las raíces de una cultura capaz de pisar América 492 años antes de Cristóbal Colón. Un mundo que, durante tres siglos, del VIII al XI d.C., la llamada Edad Oscura, azotó Europa con más fuerza que la Peste Negra, dejando un legado un tanto pequeño comparado con otras culturas como las mesopotámicas, griegas y/o egipcias, pero que permiten asomarse a una tribu y a un país ya inexistente desde hace mucho pero igualmente evocador (Escandivania). Unas hordas de sangre que inspiraron pavor en los sorprendidos y aterrorizados cristianos de la vieja Europa, tanto como para asociar su nombre a miedo. Miedo ante una gente que no era mala. Simplemente es que su furia no la entendían.

 Nº De Serie: NC/TCM/00356. Escrito Por: The Cineman.
 Publicado El: Viernes, 16 de diciembre de 2016.

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