Futuros Parciales

FUTUROS PARCIALES

 En un mundo tan diverso y variado que es posible encontrarse cualquier tema de charla por loco que éste sea, el séptimo arte tiende muy extrañamente a limitar sus opciones, de modo que éstas acaban compartimentadas para que no se crucen entre ellas como si de alguna forma fuesen incompatibles. Esto da como resultado que, si por casualidad se hace una película futurista, por ella los fantasmas, ángeles y demás seres sobrenaturales no suelan asomar sus narices, como tampoco lo hagan temáticas religiosas (salvo muy contadas excepciones como la fallida y bizarra Star Trek V: La Última Frontera [William Shatner, 1989] o algún capítulo de la serie Doctor Who [2005]). Siguiendo tal línea de separación, en una película de fantasmas no suelen verse tecnologías futuristas ni robots, y viceversa. Y en el tema religioso más de lo mismo, así delimitando o reduciendo la temática para reducirlo a la mínima expresión y que el espectador pueda distinguir a tiro fijo cual es el subgénero de la peli en cuestión. Ventaja y defecto al mismo tiempo, esas separaciones impiden guiones donde se puedan mezclar de formas no contempladas aún todas esas cuestiones que existen al mismo tiempo en el mundo real. Por ejemplo, una película de brujas ambientada en el siglo XXV, otra de robots donde se vean las caras con elfos y enanos, o una de posesiones diabólicas en otro planeta. O, en otras palabras. ¿Y si en la saga Harry Potter hubiese una raza avanzada de robots mágicos creados por algún mortífago que hubiera sido muggle?, ¿o si en Terminator unos ángeles apareciesen para pelear contra Skynet?, ¿o que en Avatar los na’vi resultase que el jefe de los humanos estuviese poseído por Satanás y necesitasen del poder de Eiwa para liberarle de su influjo?. Esa es precisamente la gran paradoja del cine: que al separar sus temáticas, limitan también la creatividad de opciones. Salvo muy contadas excepciones.

 Nº De Serie: NC/TCM/00332. Escrito Por: The Cineman.

 Publicado El: Miércoles, 30 de noviembre de 2016.

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