EL SONIDO DE LA VERDAD
Uno de los elementos más
característicos del cine policíaco, como también de las series de televisión,
son los interrogatorios a los posibles sospechosos del crimen, en que mentiras
y verdades se cuentan de forma que más tarde se desvelará quién es en verdad el
asesino de turno. Es uno de esos instantes en donde el ingenio y la
inteligencia se ponen a prueba, como en el cine en si cuando se va a ver una
película, en que el espectador se identifica con lo que está pasando ante él
solo cuando los actores y actrices que lo interpretan se lo creen al punto de
asumir como una verdad. Algo parecido a lo que sucede a los interrogatorios del
cine de polis: las mentiras suenan de mil maneras distintos pero la verdad solo
tiene un sonido, y da igual lo enloquecido que parezca, hay algo en la forma en
que se dice y como se dice logra convencer al poli de que no le mienten (y de
paso al espectador). Un axioma que no solo se ciñe al género de polis si no a
todos en general, desde terror y comedia e incluso la ciencia ficción, que la
mentira y la verdad siempre se distinguen de un modo claro y evidente: en los
dramas, mentiras y verdades se mezclan en romances y pasados traumáticos a
desentrañar; en terror, se asocian a una muerte horrible o un plan diabólico de
dimensiones paranormales; en intriga, con complots terroristas que amenazan
muchas vidas; y en ciencia ficción, se refiere a algo de alta tecnología o a
problemas con extraterrestres. Pero, sea como sea, el caso es que la campanita
de la verdad que existe en el cerebro solo suena cuando se percibe, aún sin
comprenderlo en absoluto, que cuando alguien habla está siendo sincero. Dicha
resonancia se extiende también a la credibilidad con que los actores y actrices
acometen sus papeles. Y es que, cuanto más se lo crean ellos, más se lo creerán
los espectadores. Porque las mentiras suenan de mil modos distintos. Pero la
verdad solo tiene un sonido.
Nº De Serie: NC/TCM/00334. Escrito Por: The Cineman.
Publicado El: Jueves, 1 de diciembre de 2016.
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