LA FAMILIA, MAL, GRACIAS
Si todas las familias fuesen tan perfectas y entrañables como la que se ve en La Gran Familia [Fernando Palacios, 1962] y sus secuelas La Familia y Uno Más [Palacios, 1965] y La Familia, Bien, Gracias [Pedro Masó, 1979], el género se iría a la porra de lo aburrido que resultaría. Pero, a sabiendas que el drama familiar aflora en todas partes y de múltiples maneras, éste tiene asegurada su pervivencia a base de contar historias de tragedia y esperanza, de padre e hijos enfrentados por problemas de carácter, de hermanos que se enamoran de la misma mujer, de madres cuyos hijos sucumben a las drogas y el alcohol o de una muerte inesperada que destruye la cordialidad y genera el caos. Son las historias de lo íntimo y lo personal, desde secuestros como En lo Profundo del Océano [Ulu Grosbard, 1999] a descubrir los orígenes de uno mismo como en Familia de Extraños [Sheldon Larry, 1993]. Desde un padre buscando a sus cuatro hijos dados a servicios sociales tras la pérdida de su esposa en El Valor de una Promesa [David Greene, 1987] al sufrimiento de unos padres cuyas dos hijas de pronto se vuelven alérgicas a la luz del sol en Hijas de la Oscuridad [Michael Switzer, 1994], la familia y cuanto acontece en ella es un universo entero en donde las emociones están a flor de piel y todo puede pasar, desde un marido que descubre que su esposa se desdobla en cuatro personalidades distintas en Instinto Incontrolado [Stephen Gyllenhaal, 1996] a una chica que sospecha que sus padres en realidad podrían ser sus secuestradores en Enigma Familiar [Waris Hussein, 1995]. La familia, especialmente en su formato para TV (donde las películas se hacen como churros), es un motor tan potente que de él pueden salir historias de todo tipo, de románticas a dramas y hasta una que otra intriga de por medio como en El Cuento Número Trece [James Kent, 2013]. Y todo, gracias a que el drama familiar aflora en todas partes.
Nº De Serie: NC/TCM/00314. Escrito Por: The Cineman.
Publicado El: Jueves, 17 de noviembre de 2016.
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