Vista En: Cines Los Prados (Oviedo), sábado 9 de
diciembre de 2017.
Título Original: Suburbicon.
Director: George Clooney.
Guión: George Clooney, Grant Heslov, Joel y Ethan
Coen. Género: Drama.
Música: Alexandre Desplat. Fotografía: Robert Elswit.
Decorados: Jan Pascale. Vestuario: Jenny Eagan.
Productoras: Black Bear Pictures, Dark Castle
Entertainment, Huahua Media, Silver Pictures y Smokehouse Pictures. Presupuesto: ±25.000.000 $.
País: USA. Año: 2017. Duración: 105 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Matt Damon
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Gardner Lodge
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Julianne Moore
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Rose/Margaret
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Oscar Isaac
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Bud Cooper
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Noah Jupe
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Nicky Lodge
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Glenn Fleshler
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Ira Sloan
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Megan Ferguson
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June
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Jack Conley
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Teniente Hightower
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Gary Basaraba
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Tío Mitch
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Michael D. Cohen
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Stretch
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Karimah Westbrook
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Sra. Mayers
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Leith Burke
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Sr. Mayers
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Tony Espinosa
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Andy Mayers
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: En 1959, Gardner Lodge es un padre de familia
que pierde a su esposa Rose durante un atraco en su casa. Su cuñada Margaret se
va a vivir con ellos para ayudar a la familia, pero Nicky, el hijo pequeño de
Gardner y Rose, cree que detrás del atraco hay más cuando descubre que su padre
ha negado reconocer a los sospechosos en una rueda de identificación.
Crítica: Sorprendentemente torpe y terrible
largometraje de manos de quien dirigiese las excepcionales Buenas Noches, y
Buena Suerte. [2005] y Los Idus de Marzo [2011], haciendo una voladura por los
aires de la mitificada era de los años 50 en la forma del típico barrio
residencial a la que el conflicto se le viene encima (todo lo relativo a la
familia Mayers, una familia negra que se muda a Suburbicón: aparte de ir a
calzador, es una trama secundaria que va a ninguna parte y que solo sirve para
recalcar el subyacente racismo de una sociedad clasista y elitista; el que la
película esté casi toda enfocada desde el punto de vista de Nicky, por lo que
muchas escenas se convierten en intuidas o imaginadas para encajar las piezas;
la rueda de reconocimiento, o como la ingenua y torpe moral de los 50 puede
hacer mal las cosas). Adoleciendo una ausencia total de empatía y de
congenialidad con lo narrado, George Clooney convierte su sexta incursión como
realizador en una experiencia dolorosa en grado sumo, con un reparto de primera
línea, pero que resulta en extremo aburrido y sin química ninguna (Moore,
desdoblándose en Rose y Margaret, en que la actriz demuestra que si los pactos
con el diablo existen ella ha hecho uno para gozar de una juventud inagotable;
el retrato de Gardner Logde por parte de Damon, un hombre tranquilo y de buenas
maneras pero con más de un matiz oscuro en su persona: lo de Nicky haciendo un
hallazgo en el sótano es un in fraganti de no creérselo; Jack Conley,
sencillamente espléndido en su papel de policía que recela de todo y todos).
Salvada solo la eficacia de su ambientación, pero destruida en el resto de
elementos, Suburbicón es una de esas incomprensibles películas destinadas al
abismo a pesar del potencial que destilaba, sacando a relucir los trapos sucios
de la era Eisenhower para decir lo que era un secreto a voces: que esos trapos
eran muy, muy negros.
La Puntilla: ¿Se puede saber cómo puñetas, con tanto a su
favor, la película desbarranca tan flagrantemente?.
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