Vista En: Youtube, domingo 30 de julio de 2017.
Título Original: Spider-Man: The Dragon’s Challenge.
Director: Don McDougall.
Guión: Lionel E. Siegel, basado en el personaje
creado en 1963 por Stan Lee y Steve Ditko. Género: Acción.
Música: Dana Kaproff. Fotografía: Vince Martinelli.
Decorados: Ray Molyneaux. Vestuario: Robert Moore y Dodie Shepard.
Productora: Charles Fries Productions. Presupuesto: [Desconocido].
País: USA. Año: 1979. Duración: 92 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Nicholas Hammond
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Peter Parker ‘Spiderman’
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Robert F. Simon
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John Jonah ‘J.J.’ Jameson
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Chip Fields
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Rita Conway
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Ellen Bry
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Julie Masters
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Rosalind Chao
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Emily Chan
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Hagan Beggs
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Evans
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Richard Erdman
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Sr. Zeider
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John Milford
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Profesor Roderick Dent
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Benson Fong
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Min Lo Chan
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Anthony Charnotta
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Quinn
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George Cheung
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Doctor Pai
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Tony Clark
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Joe
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Zeider es un empresario de Hong Kong que
aspira a un contrato de mil millones para construir unos altos hornos pero el
Ministro de Cultura, Min Lo Chan, se lo impide. Cuando viaja a Nueva York para
limpiar su nombre por unas acusaciones de robo y asesinato, Zeider envía a unos
asesinos para matar a Chan, donde Spiderman intentará impedir que lo maten.
Crítica: Tercera película sobre Spider-Man que en
realidad es un montaje del doble episodio “La Red China” de la serie Spiderman
[1977] y editado como largometraje, al igual que pasó con Spiderman 2: El Hombre Araña en Acción [Ron Satlof, 1978] {y con su episodio piloto, también
doble y también editado como película}, cambiando las amenazas nucleares del
guión de Satlof por la ambición corporativa más despiadada y con una fotografía
que rinde tributo a dos megaurbes únicas (las tomas aéreas de Nueva York como
de Hong Kong, una ciudad en donde tecnología y modernidad en mezclan con
tradiciones de miles de años de antigüedad, preciosas en su grandiosidad; las
peleas entre Spiderman y los esbirros de Zeider, una especie de herencia cutre
salchichera de las películas de Bruce Lee, ridículamente simpáticas; el propio
Zeider, en exceso estereotipado y predecible, pero que cumple con su cometido
de ser un villano sin conciencia ni moral: el malo perfecto). Agradecido en el
elenco de principales y secundarios, el veteranísimo y televisivo McDougall
traslada al Hombre Araña a medio mundo de distancia en una aventura entretenida
a pesar de sus limitaciones, con algún vericueto narrativo apreciable (Rosalind
Chao, una belleza asiática deslumbrante: su relación amor/odio con Parker le da
algo de vida emocional al guión; Parker y su charla con el profesor Dent para
conocer la verdad sobre las acusaciones contra Min Lo Chan; Hammond, más
creíble como Parker que como Spiderman por el trajecito se las trae y su forma
de moverse). Espectacular cuando toca serlo para cumplir con lo que se espera
(esa cámara subjetiva, enfocando por ojos de Parker cuando trepa edificios),
Spiderman 3: El Desafío del Dragón adolece de cierto horterismo (el vestuario
de esos esbirros y sus peinados), pero como odisea superheroica no le falta
encanto. A pesar de unos combates acartonadamente tontos.
La Puntilla: ¿Por qué el villano, siempre tan inteligente,
se rodea de esbirros que son siempre los más tontos?.
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