Vista En: TVE-1, viernes 18 de diciembre de 2007.
Título Original: Santa Clause 3.
Director: Michael Lembeck.
Guión: Ed Decter y John J. Strauss. Género: Comedia.
Música: George S. Clinton. Fotografía: Robbie Greenberg.
Decorados: Don Diers. Vestuario: Ingrid Ferrin.
Productoras: Walt Disney Pictures, Boxing Cat Films,
Outlaw Productions y Santa Frost Productions. Presupuesto: ±12.000.000 $.
País: USA. Año: 2006. Duración: 97 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Tim Allen
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Santa Claus/Scott Calvin
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Elizabeth Mitchell
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Carol
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Spencer Breslin
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Curtis
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Eric Lloyd
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Charlie Calvin
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Judge Reinhold
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Neil Miller
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Wendy Crewson
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Laura Miller
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Liliana Mumy
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Lucy Miller
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Ann-Margret
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Sylvia Newman
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Alan Arkin
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Bud Newman
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Art LaFleur
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Hada de los Dientes
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Aisha Tyler
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Madre Naturaleza
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Kevin
Pollak
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Cupido
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Nervioso ante la llegada de su primer hijo
con Carol y la de sus suegros al Polo Norte, teniendo que disimular ante ellos
para que no sepan la verdad sobre su trabajo, Scott Calvin ve peligrar su tarea
como Santa Claus debido a Jack Frost, el espíritu del frío, celoso por no tener
fiesta propia y que busca suplantar a Calvin para de ese modo instaurar la
Frostividad.
Crítica: Desastrosa y penosa tercera secuela, de nuevo
dirigida por Lembeck tras la segunda parte de 2002, en que la fórmula, ya
devaluada y agotada al 100%, se limita a buscar los tres pies el gato
inventándose un enemigo de la manga, encarnado por un Martin Short que se reúne
con Allen después de De Jungla a Jungla [John Pasquin, 1997], y con un par de
secundarios de peso a los que su sola presencia debería asegurar algún que otro
momento divertido pero que solo distraen de la trama principal por su guión
deslavazado al que le hubieran hecho falta un par de reescrituras (los
denodados intentos por parte de Carol y Scott Calvin para que Sylvia y Bud
Newman no descubran en qué trabaja su hija...¿haciéndose pasar por
canadienses?, ¿pero qué concepto tiene en USA de Canadá?; la reunión de las
figuras legendarias, que sirve para presentar a Jack Frost: pese a que lo
intenta, Martin Short no puede sacar a su personaje del más puro estereotipo).
Jugando la eterna baza de ¡Qué Bello es Vivir! [Frank Capra, 1946], repetida
hasta la extenuación, Lembeck factura una película todavía más desangelada que
la anterior, buscando presentar un reguero de ideas solo para darles la vuelta
justo después (la secuencia en la que Calvin, de pronto, se ve ante una versión
diferente de lo que hubiera sido su vida: su llegada al Polo Norte es un
anti-clímax en lo malicioso que resulta cuanto se ve; la ausencia de David
Krumholtz como el elfo Bernard: un error de novato que deja un enorme vacío; el
duelo final entre Jack Frost y Calvin, en que éste debe resolver cierto enigma
para salvar la situación y a sus seres queridos). Santa Claus 3: Por una
Navidad sin Frío es el enésimo ejemplo del despropósito de esas terceras partes
que nada tienen que ofrecer y que solo existen para mantener devaluar la idea
original y recaudar en taquilla. Una película que, sencillamente, naufraga en
su falta de encanto y simpatía.
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