Vista En: Youtube, viernes 15 de septiembre de 2017.
Título Original: Starmen.
Director: Alexandre Pansieri.
Guión: Alexandre Pansieri y Thibaut Herbet. Género: Ciencia Ficción.
Música: Aleksi Aubry-Carlson. Fotografía: Michael Boston.
Decorados: [Desconocido]. Vestuario: William Abello.
Productora: Alexandre Pansieri. Presupuesto: [Desconocido].
País: Francia. Año: 2016. Duración: 13 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Élodie Fontan
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San
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Thibaut Herbet
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Gary
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Florence Massonneau
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Kira
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Caroline Raynaud
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Nova/Scarlet
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Valéry Schatz
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Maximus
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Dorian Tabone
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Ceros 1
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Thierry Defossez
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Ceros 2
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: En un futuro lejano, la tripulación de la
nave Nausica viajan al planeta Heka, que se creía abandonado, pero nada más
llegar son recibidos a rayos láser por un escuadrón. Huyendo del escuadrón,
Maximus y el resto de su equipo descubren que se trata de épsilons, robots
programados para matar humanos provenientes de una guerra ocurrida varias
décadas atrás.
Crítica: El equipo artístico responsable de la serie
web Geek Mais Pas Trop [2014] {“Friki pero no Demasiado”} diseña este corto de
ciencia ficción al que su pátina de serie Z se hace patente a lo largo de su
metraje, cuyas escenas se antojan tan amateur que llegan a asustar por
momentos, pero que cuenta con la agradecida presencia de la bellísima Élodie
Fontan en su reparto, en lo que es una muy libre versión de la serie Andrómeda
[2000] con algunas gotas de las Galáctica, Estrella de Combate [1978/2004] (los
épsilons, unos droides cuyo diseño se inspira evidente y deficientemente en el
Ojos de Serpiente de G.I.Joe [Stephen Sommers, 2009]; Gary, el innecesario contrapunto
de humor que intenta aportar algo de comedia pero que solo hace de resultar
cansino y pedante; Nova, una droide de tintes pacifistas y mentalidad limítrofe
en un hipismo futurista, interpretada por una encantadora Caroline Raynaud).
Llena de clichés y situaciones ridículas, con un giro en extremo forzado como
para poder creérselo así por las buenas, Starmen es una producción lastrada por
la falta de originalidad y de brillantez, convirtiéndose más bien en una juerga
entre amiguetes con la que pasar el rato, pero a la que le falta sustancia (el
baile de uno de los personajes para distraer a un épsilon, de vergüenza ajena
tanto por el baile como por su atuendo; su final, un cambio de escenario que
deja tantos cabos sueltos que acaba siendo moroso y tramposo todo en uno; Max,
en una cueva con Nova, recibiendo la inesperada visita de Scarlet, una
remanencia ambigua y poco clara de Asesinos Cibernéticos [Christian Duguay,
1995]). Un cortometraje con el que Alexandre Pansieri debuta como director,
demostrando una falta aberrante de ingenio para aprovechar el potencial de la
historia. Algo palpable en los efectos especiales, máxime en unas armas de
rayos láser bastante chapuceras. Un auténtico desperdicio de recursos.
La Puntilla: Pensado en frío, hasta es divertido: adultos
jugando a misiones espaciales con pistolitas y trajes cutres.
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