Vista En: Tele 5, viernes 22 de mayo de 1998.
Título Original: Sliver.
Director: Phillip Noyce.
Guión: Joe Eszterhas, basado en la novela Sliver de
Ira Levin, publicada en 1991. Género: Intriga.
Música: Howard Shore. Fotografía: Vilmos Zsigmond.
Decorados: Lisa Fischer. Vestuario: Deborah L. Scott.
Productoras: Paramount Pictures y Robert Evans Company.
Presupuesto: ±40.000.000 $.
País: USA. Año: 1993. Duración: 107 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Sharon Stone
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Carly Norris
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William Baldwin
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Zeke Hawkins
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Tom Berenger
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Jack Landsford
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Polly Walker
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Vida Warren
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Colleen Camp
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Judy Marks
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Amanda Foreman
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Samantha Moore
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Martin Landau
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Alex Parsons
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CCH Pounder
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Teniente Victoria Hendrix
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Nina Foch
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Evelyn McEvoy
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Keene Curtis
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Gus Hale
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Nicholas Pryor
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Peter Farrell
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Anne Betancourt
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Jackie Kinsella
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Carly Norris es una editora de libros de
Nueva York que se muda a un lujoso edificio después de que una de sus vecinas
muriera al caerse por uno de sus balcones. Allí conoce a Zeke Hawkins y a Jack
Landsford, por los que no sabe con cual decantarse emocionalmente, pero cuando
más vecinos aparezcan muertos, Carly sospechará que uno de ellos es el asesino.
Crítica: Rutinario thriller auspiciado por la fama de
Sharon Stone después de Instinto Básico [Paul Verhoeven, 1992], en que el
guionista de esta última es también el de la propuesta de Noyce, autor entre
otras de Calma Total [1989] y Juego de Patriotas [1992], que hace lo que puede
con dos historias que van entrelazadas desde el primer momento, y con la que
Stone se alejan, pero no demasiado, de papeles ligeros de ropa y no exentos de
jugar con el morbo y la provocación para rellenar metraje (la petición de Zeke
a Carly, mientras ambos están en un restaurante, en que las miradas de ella son
todo un poema al igual que su apabullante sex-appeal; William Baldwin, el protagonista
de Llamaradas [Ron Howard, 1991], jugando a demostrar que Alec no es el único
de los cuatro hermanos que saben actuar; la visita de Carly al que será su
nuevo piso, cuyas vistas son de ensueño...pero con gato encerrado). Elegante en
el vestuario como en la banda sonora de Howard Shore, Sliver (Acosada) se
plantea como una película que busca jugar a la crítica social de manera algo
solapada, sepultada debido a su eminente carga erótica y su vena por meter una
investigación criminal amateur (Carly y Gus, hablando sobre la ‘psicología de
las lentes’: muy interesante; ésta, masturbándose en su bañera mientras
“alguien” lo observa todo sobre ella en varias pantallas de TV; las sucesivas
muertes que se producen, que van sembrando dudas sobre la autoría de los
crímenes). Una serie de remezclas las cuales se van poco a poco fusionándose
hasta llegar a un clímax final en el que todo queda atado y bien atado y que,
coronada por la sorpresa (el descubrimiento de Carly de la insana afición que
profesa uno de sus vecinos), hacen de la cinta un trabajo un tanto lejos de la
excelencia, pero también de la mediocridad, dejándola en el extraño limbo por
la indecisión de géneros. Pasable, pero no especialmente meritoria.
La Puntilla: Intimidad. Una palabra sencilla pero un
concepto no tan fácil de llevar a cabo. Sobretodo con tantas cámaras por todas
partes.
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