Vista En: Youtube, sábado 7 de enero de 2017.
Título Original: Sherlock Holmes Faces Death.
Director: Roy William Neill.
Guión: Bertram Millhauser, inspirado en el relato
corto El Ritual de los Musgrave, de Arthur Conan Doyle, publicado en 1893. Género: Intriga.
Música: Frank Skinner. Fotografía: Les White.
Decorados: R.A. Gausman y E.R. Robinson. Vestuario: Vera West.
Productora: Universal Pictures. Presupuesto: [Desconocido].
País: USA. Año: 1943. Duración: 68 minutos. B/N.
Reparto:
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Personajes:
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Basil Rathbone
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Sherlock Holmes
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Nigel Bruce
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Dr. John Watson
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Dennis Hoey
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Inspector Lestrade
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Arthur Margetson
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Dr. Bob Sexton
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Hillary Brooke
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Sally Musgrave
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Halliwell Hobbes
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Alfred Brunton
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Minna Phillips
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Sra. Howells
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Milburn Stone
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Capitán Pat Vickery
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Gavin Muir
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Phillip Musgrave
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Frederic Worlock
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Geoffrey Musgrave
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Vernon Downing
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Teniente Clavering
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Olaf Hytten
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Capitán MacIntosh
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: El asesinato de Geoffrey Musgrave motiva a
Sherlock Holmes a ir a la mansión Musgrave, donde Watson ejerce de médico para
unos soldados de la Segunda Guerra Mundial que lo usan de hospital. Una vez
allí Holmes y Watson intentan dar sentido al Ritual Musgrave, una adivinanza familiar
con varios siglos de antigüedad que podría estar relacionado con el crimen.
Crítica: Sexta entrega de las intrigantes y
misteriosas aventuras del famoso detective surgido de la pluma de Conan Doyle,
de nuevo dirigida por William Neill después de Sherlock Holmes en Washington
[1943], en la que su enigma mantiene el suficiente interés a la película, pero
a la que también le sobran la petulancia y conclusiones precipitadas de manos
de un Denis Hoey siempre a uno o dos pasos por detrás (Lestrade, el inspector
menos competente jamás visto: ¿pero ese hombre puede en verdad resolver un solo
caso sin arrestar a un inocente creyendo que es culpable?; el prólogo, en el
que por fin se ve a Watson ejercicio su oficio como médico militar: ¿y han
necesitado de cuatro películas para ello?; los residentes de la mansión
Musgrave de Hurlstone, o un guiño bastante solapado sobre las consecuencias que
deja la guerra). Más allá de sus detalles técnicos, en el que la fórmula no
solo se repite si no que se potencia a sabiendas de sus resultados, la
ambientación de la propia mansión y la fotografía con sus juegos de luces y
sombras recuerdan a El Perro de los Baskerville [Sidney Lanfield, 1939],
haciendo de ésta una casa digna de una historia de Edgar Allan Poe (Holmes,
buscando un pasadazo secreto tras haber encontrado unas extrañas huellas; la
secuencia en la que Sally Musgrave, una preciosa Hillary Brooke, recita el
Ritual Musgrave: una tanda de acertijos que resultan de lo más desconcertantes;
Holmes, interrogando a un alcoholizado Brunton sospechando que sabe más de lo
que dice). Curioso en unas escenas como la de una partida de ajedrez a escala
natural o el ya típico discurso del final, que quizá peca en una excesiva
ingenuidad pero que resulta de lo más motivador, Sherlock Holmes Desafía a la
Muerte es un suma y sigue para sus actores principales, una propuesta que no
aporta nada nuevo, pero sí un buen rato de emoción y misterios a desentrañar.
Entretenida, sin mucho más.
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