Vista En: Cines Cinebox (Corvera), jueves 20 de octubre
de 2005.
Título Original: Sinfín.
Directores: Manuel Sanabria y Carlos Villaverde.
Guión: Manuel Sanabria y Carlos Villaverde. Género: Drama.
Música: Ángel Illarramendi. Fotografía: Unax Mendía.
Decorados: [Desconocido]. Vestuario: Mar Alonso y Lorena Gutiérrez.
Productora: Lolafilms. Presupuesto: ±4.000.000 € (±5.285.000 $).
País: España. Año: 2005. Duración: 108 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Dani
Martin
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Iván
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Carlos
Iglesias
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Álex
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Nancho
Novo
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Nacho
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Armando
del Río
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Rafa
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El Sevilla
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Larry
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Enrique
San Francisco
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Lucena
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Ana Álvarez
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Laura
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Elisa
Matilla
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Puri
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Jorge Sanz
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Javi
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Maribel
Vitar
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Periodista #1
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Juan
Alberto de Burgos
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Periodista #2
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Ana Corbi
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Chica de la limusina
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: En 1989, Sinfín es uno de los grupos de
música más famosos de España, pero la repentina muerte de Javi, su cantante, a
punto de dar su más grande concierto, rompe la banda. Quince años después Álex,
el manager de Sinfín, convence al resto de miembros de unirse para ser
liderados por Iván, hermano pequeño de Javi, que intenta seguir los pasos de
éste.
Crítica: Segunda película de Sanabria y Villaverde,
tras dirigir ambos juntos La Fiesta [2004] en la que el líder del grupo El
Canto del Loco ofrece una muy solvente y creíble interpretación encabezando un
elenco de caras conocidas y de lo más simpáticas, en un largometraje donde
comedia y drama se dan la mano de múltiples formas, lanzando una mirada
evocadora a las juventudes perdidas y a la década prodigiosa de los años 80,
servido con pulcritud y una solvencia a prueba a balas (Larry, el típico caso
de cantante frustrado venido a menos amante de la fiesta, con el que el
cantante de los Mojinos Escozíos se lo pasa de fábula; Nacho, un cuarentón
decepcionado de la vida que ve en la vuelta del grupo la posibilidad de
abandonar un trabajo que odia; Armando del Río, saliendo de la serie Hospital
Central [2002] para recordar que no hay papel que se le resista). Recorriendo
el camino de los topicazos y los clichés a la enésima potencia, Sinfín es un
film bien diseñado y ejecutado, que deja un par de cabos sueltos a lo largo de
su trama, pero que permite ser de lo más entretenida en su acabado final (Elisa
Matilla, limitada por el guión a ejercer de “esposa de”, quedando desaprovechada;
Carlos Iglesias, un manager de buen corazón y el único que intenta sostener un
barco que se hunde a pasos agigantados; Ana Álvarez, estupenda como Laura,
aportando el tan consabido triángulo amoroso: sus idas y venidas con rafa e
Iván funcionan lo justo para llevar la trama donde tiene que ir). Contando con
un prólogo que recuerda la tan clásica Movida Madrileña y con un brevísimo
Jorge Sanz que parece haber dejado atrás sus años dorados en producciones como
Belle Epoque [Fernando Trueba, 1992], la película da lo que promete: un viaje
por los recuerdos de la adolescencia de todo un país, y a la vez un recital de
las alegrías y miserias lo que es el camino del éxito. Y el final no es más
bonito porque no puede.
La Puntilla: No hay forma de mirar a los años 80 sin lanzar
al aire un suspiro de nostalgia.
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