Vista En: Youtube, domingo 17 de septiembre de 2017.
Título Original: Stoneheart.
Director: Alex Haughey.
Guión: Alex Haughey. Género: Terror.
Música: Igor Nemirovsky. Fotografía: Michael Babyak.
Decorados: [Desconocido]. Vestuario: [Desconocido].
Productora: Crypt TV. Presupuesto: [Desconocido].
País: USA. Año: 2017. Duración: 4 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Sara Young Chandler
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Inessa
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Jarred Kjack
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Ted
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Inessa es una restauradora de obras de arte
que continuamente sufre el acoso y la vejación de su siempre iracundo jefe Ted.
Trabajando en una estatua dañada en honor a una mujer quemada por bruja en el
siglo XVII, Inessa se hace sin querer un corte en un dedo. Su descuido provoca
de nuevo el enfado de Ted, pero entonces ella es inesperadamente defendida.
Crítica: Autor de otros cortos como Carne [2011] y
Paradoja [2012], Haughey escribe y dirige una pequeña pieza de terror que no
oculta su inspiración en una premisa ampliamente conocida inspirado en el mito
griego de Pigmalión y Galatea pero trastocando dicha historia para meterla en
un contexto del todo diferente, en extremo minimalista en guión y más en
intención, pero con uno o dos detalles de producción a tener en cuenta (el
aspecto de la estatua y su cara, que a su manera recuerda el perturbador rostro
del alienígena de El Ser del Planeta X [Edgar G. Ulmer, 1951]; una extraña
expresión entre lo triste y lo siniestro que es la antítesis de la
tranquilidad; Ted, el estereotipo del jefe malhumorado y vejatorio que no
necesita pegar físicamente para maltratar y humillar a las mujeres: Inessa, el
estereotipo del otro extremo de la balanza: la mujer que haga lo que haga y
diga lo que diga, para el hombre siempre va a estar mal: simple, sencillo,
perfecto en ambas recreaciones). Dejando a la banda sonora y fotografía a
niveles mínimos y sin que sobresalgan demasiado, y con una ambientación
solvente para no rechinar, Stoneheart se convierte a su manera en otra
reivindicación de la igualdad de género en clave de terror (Inessa,
lastimándose al revisar el estado de la estatua, una gota de sangre que tiene
el mismo efecto que el aliento de Tammy Lauren en Wishmaster [Robert Kurtzman,
1997]; Ted, explicando la historia de la estatua, sucinto y breve pero idóneo
para dar pie y hacer creíble su final; éste, contundente y despiadado, pero al
que se echa en falta más magia y/o brujería, en lugar de lo que se ve: tal vez
el único punto defectuoso). Cuatro minutos de metraje de una idea lo
suficientemente inspirada como para que llegar a tener alguna expansión en
formato de larga duración, que no es la reinvención de la rueda ni un
despropósito total. En términos académicos, un suficiente alto.
La Puntilla: Estatuas, poderes sobrenaturales y la defensa
del débil frente al fuerte. La de películas y series que se harían con tan
poco.
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