Vista En: Youtube, viernes 27 de enero de 2017.
Título Original: Unknown World.
Director: Terrell O. Morse.
Guión: Millard Kaufman. Género: Ciencia Ficción.
Música: Ernest Gold. Fotografía: Henry Freulich y Allen G. Siegler.
Decorados: Glenn Thompson. Vestuario: Mickey Meyers.
Productora: Lippert Pictures. Presupuesto: [Desconocido].
País: USA. Año: 1951. Duración: 74 minutos. B/N.
Reparto:
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Personajes:
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Bruce Kellogg
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Wright Thompson
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Otto Waldis
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Dr. Max A. Bauer
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Marilyn Nash
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Dra. Joan Lindsey
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Jim Bannon
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Andy Ostergaard
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Tom Handley
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Dr. James Paxton
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Dick Cogan
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Dr. George Coleman
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George Baxter
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Presidente de la Fundación Carlisle
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Victor Kilian
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Dr. Jeremiah Morley
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Harold Miller
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Miembro de la Fundación Carlisle
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Temeroso de un holocausto nuclear fruto de la
era atómica y de la escalada armamentística entre países, el profesor Wright
Thompson lidera una expedición para explorar el interior de la Tierra con
intención de dar con un lugar seguro en donde la humanidad pueda empezar de
nuevo, pero dicho viaje se encontrará con varias amenazas que hacen peligrar su
misión.
Crítica: Nadería intrascendente de la más impepinable
serie Z, en donde los desmanes científicos y las situaciones imposibles se
convierten en el pan de cada día, incurriendo en errores de bulto del tamaño de
la luna, y con unos efectos especiales que son casi de niño de parvulario, a
los que sin embargo no es posible ver sin esbozar una simpatía en lo evidentes
que son (el diseño del Ciclotram, un submarino-taladro-nave con la que perforar
la Tierra hasta el interior, una maqueta y algo de mínimos decorados para hacer
creíble algo que no hay manera de creer; el intento de flirteo de Ostergaard
con Lindsey: ¿el tío está a 1500 metros de profundidad y no tiene mejor idea
que intentar meter ficha con la única chica de la expedición?; sus primeros
diez minutos, una especie de NO-DO que resume la historia de Thompson y sus
teorías: ¿es que no había un modo menos disimulado de explicar un alegato en
contra de la era atómica y del holocausto nuclear). Mezcla atroz entre las
novelas Viaje al Centro de la Tierra [Julio Verne, 1864] con En el Centro de la
Tierra [Edgar Rice Burroughs, 1914] donde el sentido común básicamente no
existe, el film de Morse, realizador de Danny Boy [1945] y El Oro de las
Campanas [1947], es un trabajo que funciona a base de disparates uno detrás de
otro, creando con ello un largometraje que parece escudarse en la Teoría de de
la Tierra Hueca y que funciona a toda velocidad, sin las debidas explicaciones
(el proceso de descenso/ascenso del Ciclotram, sin que ello afecte a sus
ocupantes por los cambios de presión ni de gravedad; el delirante momento en el
que sin saber como ni porqué estalla...¿una tormenta, dentro de la Tierra?; la
reunión con la cúpula de la Fundación Carlisle, en que un colega de Thompson
suelta una majadería grande como una secuoya). Una cinta tan sumamente patética
que acaba siendo entrañable en su ingenuidad. Eso sí, 100% esperpéntica.
La Puntilla: ¿El interior del planeta más frío que la
superficie?. ¿Y de verdad esperan que la gente se trague semejante bola?.
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