Vista En: Cines Los Prados (Oviedo), domingo 25 de
enero de 2009.
Título Original: Milk.
Director: Gus Van Sant.
Guión: Dustin Lance Black. Género: Drama.
Música: Danny Elfman. Fotografía: Harris Savides.
Decorados: Barbara Munch. Vestuario: Danny Glicker.
Productoras: Focus Features, Axon Films, Groundswell
Productions, Cinema Vehicle Services y Jinks/Cohen Company. Presupuesto: ±20.000.000 $.
País: USA. Año: 2008. Duración: 128 minutos. Color.
Reparto:
|
Personajes:
|
Sean Penn
|
Harvey Milk
|
Emile Hirsch
|
Cleve Jones
|
Josh Brolin
|
Dan White
|
Diego Luna
|
Jack Lira
|
James Franco
|
Scott Smith
|
Alison Pill
|
Anne Kronenberg
|
Victor Garber
|
Alcalde Moscone
|
Denis O’Hare
|
John Briggs
|
Joseph Cross
|
Dick Pabich
|
Stephen Spinella
|
Rick Stokes
|
Lucas Grabeel
|
Danny Nicoletta
|
Brandon Boyce
|
Jim Rivaldo
|
(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Harvey Milk, un gay que se muda de Nueva York
a San Francisco con su novio Scott Smith, comienza una ferviente activismo por
los derechos de los homosexuales, que le hará ser concejal en el ayuntamiento.
A medida que sus campañas se recrudecen, su vida sentimental se tambalea,
mientras que rivales políticos como Dan White intentan destruir su trabajo.
Crítica: Autor de la genial El Indomable Will Hunting
[1997] como también de la atrocidad que supuso Psycho (Psicosis) [1998], Gus
Van Sant recrea la vida y obra de Harvey Milk, uno de los más importantes
políticos de San Francisco y uno de los primeros en ser abiertamente homosexual
en una época de gran represión como los años 60 y 70, encarnado en un Sean Penn
que rompe con su imagen de duro dada por películas como Colors, Colores de
Guerra [Dennis Hopper, 1988] para interpretar a un cruzado por la igualdad
enfrentando a un prejuicioso Dan White con el que Josh Brolin vuelve a
demostrar su capacidad para sobresalir con cualquier papel que le echen (la
rivalidad política y moral entre Milk y White, irreconciliables de todo punto;
los esfuerzos de Milk por impedir la Proposición 6, que impediría trabajar a
homosexuales en colegios; sus relaciones con Scott Smith y con el más inestable
Jack Lira, entre tensas y turbulentas a partes iguales). Sobria y elegante en
su vestuario como en su recreación del florecer de la era hippie y la posterior
contracultura, Van Sant crea una película digna de elogio sobre un hombre
distinto que buscó cambiar una mentalidad anclada en antiguas cerrazones y
recelos, así como exponer las penurias de un sistema corrupto desde la base (la
charla de Milk y White sobre que los homosexuales puedan tener hijos como un
hombre y una mujer: la puya del primero es perfecta; la reunión de White con
sus ex compañeros de la policía, suplicándose que tome cartas en el asunto; el
cambio estilístico de Sean Penn a medida que avanza la película, matizando su
evolución como político). Un largometraje que, en sus dos horas de duración,
sirve para dar tanto para dar un alegato sobre erradicar prejuicios como para
hacer justicia por un hombre con un final injusto. Y el resto de elenco,
espléndido sin más, hace de completar un puzzle al que dar una sola nota: la de
la excelencia.
La Puntilla: Una sola persona es todo lo que se necesita
para que nazca una causa que el resto defienda para hacer un mundo mejor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario