Vista En: Cines Odeón (Corvera), miércoles 5 de octubre
de 2016.
Título Original: Morgan.
Director: Luke Scott.
Guión: Seth W. Owen. Género: Ciencia Ficción.
Música: Max Richter. Fotografía: Mark Patten.
Decorados: Elaine McLenachan. Vestuario: Stefano De Nardis.
Productoras: Scott Free Productions. Presupuesto: ±8.000.000 $.
País: USA. Año: 2016. Duración: 92 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Kate Mara
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Lee Weathers
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Anya Taylor-Joy
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Morgan
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Rose Leslie
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Dra. Amy Menser
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Michael Yare
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Ted Brenner
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Toby Jones
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Dr. Simon Ziegler
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Chris Sullivan
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Dr. Darren Finch
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Boyd Holbrook
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Skip Vronsky
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Vinette Robinson
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Dra. Brenda Finch
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Michelle Yeoh
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Dra. Lui Cheng
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Jennifer Jason Leigh
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Dra. Kathy Grieff
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Paul Giamatti
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Dra. Alan Shapiro
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Brian Cox
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Jim Bryce
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Lee Weathers, asesora de gestión de riesgos
de una empresa de alta tecnología, viaja a un laboratorio en mitad de un
bosque, donde varios científicos han creado un ser humano usando ADN sintético,
una chica con el nombre de Morgan, para evaluar si es o no un peligro para la
sociedad, tras el brutal ataque a una de las científicas responsables de su
creación.
Crítica: Debut como director del hijo de Ridley Scott,
en una película que se repite en el tema de la creación de vida como Splice
[Vincenzo Natali, 2009] cuya trama parece una mezcla entre ésta y Ex Machina
[Alex Garland, 2015], en un juego de tintes inquietantes y un reparto en exceso
escueto que apenas tiene tiempo de desarrollar sus personajes como para salirse
del cliché al que representan (la ubicación del laboratorio, en mitad de
ninguna parte, eterno caldo de cultivo de esos desastres que nunca se ven en
las noticias; Weathers y Morgan, hablando por primera vez separadas por un
cristal cuyos reflejos se da a hacer juegos de planos superpuestos como se vio
en K-PAX: Un Universo Aparte [Iain Softley, 2001]; la apariencia demacrada de
la propia Morgan, casi como un a señal de su condición de imitación del ser
humano). No demasiado brillante en lo que a la fotografía y en lo que a la banda
sonora se refiere, en que ambos se limitan a ejercer sus labores con la
suficiente entereza para ser funcionales y poco más, el gran peso recae única y
totalmente en la hermana de Rooney Mara, y más o menos la mitad de su reparto,
cuando tiene ocasión para lucir palmito e intentar meterse en el meollo de la
cuestión (el grupo en general, cegados por una creación que se les está
escapados de las manos; la aparición de Paul Giamatti, breve pero decisiva,
aprovechando cada segundo en pantalla; Ana-Taylor Joy, aquella Thomasin de La
Bruja: Una Leyenda de Nueva Inglaterra [Robert Eggers, 2015], demostrando que
lo suyo es hacer los papeles más raros y siniestros: cada mirada de Morgan
encierra un enigma por descifrar). Predecible hasta la médula hasta en su pretendido
final sorpresa, que además se anticipa por sutiles detalles que se dejan caer a
cuentagotas (una charla entre dos chicas, la informalidad de cierto vestuario),
Morgan es un curioso punto de partida. Manido y pequeño, pero bien llevado.
La Puntilla: Si Dios crea al hombre, y el hombre se rebela
contra Dios, ¿para qué puñetas iba el hombre a crear vida?. Ya sabemos el
resultado.
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