Vista En: Powvideo.com, sábado 8 de octubre de 2016.
Título Original: Metropolis.
Director: Rintaro.
Guión: Katsuhiro Ohtomo, basado en el cómic homónimo
de Osamu Tezuka, publicado en 1949. Género: Animación.
Música: Toshiyuki Honda. Dirección Artística: Shuichi Hirata.
Productoras: Bandai Visual Company, DENTSU Music And Entertainment,
Destination Films, Imagica Corp., Kadokawa Shoten Publishing Co., Madhouse
Productions, Madhouse, Metropolis Project, Sony Pictures Television, Studio
4°C, Tezuka Productions, Toho Company y King Records.
Presupuesto: ±15.000.000 $.
País: Japón. Año: 2001. Duración: 108 minutos. Color.
Voces Originales:
|
Personajes:
|
Yuka Imoto
|
Tima
|
Kei Kobayashi
|
Kenichi
|
Kôki Okada
|
Rock
|
Tarô Ishida
|
Barón Rojo
|
Kôsei Tomita
|
Shinsaku Ban
|
Norio Wakamoto
|
Pero
|
Junpei Takiguchi
|
Dr. Laughton
|
Takeshi Aono
|
Ponkotz
|
Masaru Ikeda
|
Presidente Boon
|
Shun Yashiro
|
Notarlin
|
Toshio Furukawa
|
Skunk
|
Shigeru Chiba
|
Lamp
|
(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: En la megaurbe de Metrópolis, el Barón Rojo
construye un gran complejo de rascacielos al que llama Ziggurat, donde confía
depositar todo el saber de la humanidad en una pequeña robot, Tima. Pero la
acción de Rock lo evitan, causando un accidente y que Tima se encuentre con el
joven Kenichi, de visita en la ciudad junto a su tío, un detective privado.
Crítica: Tomando de referencia la legendaria y
visionaria película Metrópolis [Fritz Lang, 1927], el que en su día llevase
Capitán Harlock [1977] como serie de animación acomete una producción que
aprovecha cada céntimo de cada dólar invertido en un película que posee una
calidad artística fuera de serie, palpable tanto en los grandes como en sus
pequeños detalles, ingeniosa hasta lo indecible en lo enrevesado de su
argumento (el enorme colorido en calles, avenidas y edificios de Metrópolis, de
una riqueza y una alegría contagiosas; los distintos niveles en que ésta se
separa, a cada cual más desvencijado y abandonado por los habitantes de los
niveles superiores; el aspecto de Tima, de una belleza angelical). Ejerciendo
un excelente trabajo de recuperación de los gloriosos días del music hall en su
maravillosa y movidita banda sonora, que haría sonreír hasta al mismísimo Glenn
Miller, Rintaro realiza un trabajo soberbio en grado sumo, que atrapa la
imaginación en cada fotograma, y que su avance es una muestra del virtuosismo
de la animación nipona, dejando un reguero de momentos a retener en su
espléndido desarrollo (Rock, pulsando un botón para alumbrar una secuencia a
ritmo del clásico “I Can’t Stop Loving You” de Ray Charles, una genialidad
desde que empieza hasta que acaba; la relación entre Kenichi y una confusa
Tima, atrapados en unos bajos fondos en donde no falta el peligro; Rock, un
chico obsesionado por ganar la admiración del que ha sido su padre de acogida).
Lujosa en cada trazo de cada uno de los personajes y dando rienda suelta a la
imaginación más alocada, donde hasta un simple incendio puede ofrecer un
espectáculo visual, Metrópolis versión de un naciente siglo XXI es una
exquisitez para los paladares más cualificados y experimentados, un verdadero
lingote de oro de 24 quilates donde no existen los desajustes, y sí las
sincronías. Una película sencillamente increíble.
La Puntilla: Por más perfecto que se pretenda hacer el
futuro, nunca faltará el idiota que desee el poder absoluto para ser
absolutamente tiránico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario