Vista En: Tele 5, domingo 28 de enero de 1996.
Título Original: Masters of the Universe.
Director: Gary Goddard.
Guión: David Odell, con colaboración no acreditada
de Stephen Tolkin y Gary Goddard. Género: Ciencia Ficción.
Música: Bill Conti. Fotografía: Hanania Baer.
Decorados: Daniel Gluck, Mike Johnson y Kathe Klopp. Vestuario: Julie Weiss.
Productoras: Golan-Globus Productions, Edward R. Pressman
Film, Cannon Films, Cannon Group y The Cannon Group. Presupuesto: ±22.000.000 $.
País: USA. Año: 1987. Duración: 106 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Dolph Lundgren
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He-Man
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Frank Langella
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Skeletor
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Meg Foster
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Evil-Lyn
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Billy Barty
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Gwildor
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Jon Cypher
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Duncan (Man-at-Arms)
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Chelsea Field
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Teela
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Christina Pickles
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Hechicera del Castillo Grayskull
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Tony Carroll
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Hombre Bestia
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Anthony DeLongis
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Blade
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Courteney Cox
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Julie Winston
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Robert Duncan McNeill
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Kevin Corrigan
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James Tolkan
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Detective Lubic
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: En el planeta de Eternia, He-Man encabeza
contra las hordas de Skeletor, que han tomado el Castillo Grayskull y
secuestrado a la hechicera. He-Man, Duncan y Teela encuentran a un inventor,
Gwildor, escapando de las tropas enemigas con un artilugio, la Llave Cósmica,
que los envía a la Tierra. Esto hace que Skeletor envíe a Evil-Lyn y a sus
soldados para conseguirla.
Crítica: Ópera prima de Gary Goddard, en una muy
bizarra adaptación de los muñecos de Mattel donde se destaca el gran salto en
lo que a su historia se refiere como a sus efectos especiales y vestuario,
dejando detalles imitados a veces y originales algunas otras (el pasado del
propio He-Man: de ser Príncipe Adam en la serie de animación a ser un líder de
la resistencia igual que Mike Donovan en V [1983]; las tropas de Skeletor, una
copia/plagio de los soldados imperiales de las películas de Star Wars; el
propio Skeletor, imitando en todo a un Darth Vader de rebajas pero al que un
irreconocible Frank Langella le da todo el carisma necesario para resultar tan
magnético como manipulador). A una música que parece un cruce entre Superman, y
ya la citada Star Wars, se combina una estética cuidada pero distante con
respecto al universo original animado y de juguetes, amén de unas actuaciones a
veces muy simpáticas y otras veces bastante más siniestras (los trajes de
He-Man y todos sus amigos: a pesar de sus intentos por resultar dramático, se
nota que Dolph Lundgren se lo pasa de fábula; Evil-Lyn, encarnada por una
perturbadora Meg Foster y sus ojos azul cristal, malignamente sexy; el diseño
de la Llave Cósmica como del Castillo Grayskull, ambos fascinantes). Aunque
innecesario en el componente humano y su peso en la trama, Goddard aprovecha
ambos gracias a la belleza de Courtney Cox y a un James Tolkan tan divertido
como en Top Gun (Ídolos del Aire) [Tony Scott, 1986] (Julie, una chica
traumatizada por la muerte de sus padres; Lubic, metido en mitad de una batalla
que le supera). Dejando lo mejor para el final, donde la locura toma el control
(el duelo entre Skeletor y He-Man, recreando el mismo de Luke y Darth Vader de
Star Wars, Episodio V: El Retorno del Jedi [Richard Marquand, 1983]), el film
es una diversión que se recrea demasiado en su extravagancia. Los 80 sí que
tienen el poder.
La Puntilla: Skeletor: de zombie de Darth Vader a súper
reinona tailandesa, todo en uno. Y de lo de He-Man en plan dominátrix mejor ni
hablar.
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