G25: PATOSO, DEMENCIA Y UN FUSIL
Su nombre de pila es poco
recordado. Su apodo (español) sí: “Patoso”, que le da en su primera charla su
despiadado y cruel sargento instructor. No hay más que verle dos segundos para
entender que el pobrecito zagal es el típico paleto de pueblo hijo de granjeros
(o alguna cosa parecida), que no ha visto mundo más allá de los límites de su
condado y cuyo aprendizaje no pasa de primaria. Una persona normal y entrañable
en su patetismo, al que la vida y las iras de un militar con un motor diesel
por corazón ponen en la picota para dar ejemplo de como una persona puede
cambiar de simpático a psicopático. Un auténtico viaje de pesadilla por la
locura humana que sirve como triste y veraz testimonio de un país capaz de amar
la guerra como un medio de vida, y de coger a sus jóvenes y transformarlos en
máquinas de matar carentes de toda humanidad. Patoso (alejado apodo del
original “Gomer Pyle”, el nombre de un torpe recluta de una cómica serie de TV
de los 60), en solo 45 minutos, sufre una transformación de pensamiento y
acción, hablando con su fusil en tanto lo está limpiando, y sufriendo tortura
ya no del sargento instructor, si no de unos compañeros a los que hace ir
regazados y que son castigados por su incompetencia. Triste acaba siendo que,
justo cuando ya está a punto de irse tras haber recibido su destino, decide
ajusticiar a su verdugo con una de las expresiones más crudas, perversas y
dementes que se pueden recordar en el cine, dando fe de que su mente, antes
simple y sencilla, se ha trastornado hasta lo indecible en una mueca de terror,
corrompida por un odio visceral y un dolor interno causado por un sistema
inmisericorde. Leonard Lawrence, el recluta más compasivo de La Chaqueta
Metálica [Stanley Kubrick, 1987], no es fruto de la casualidad, si no el
recordatorio de lo que queda cuando a una persona se le quita su humanidad: el
mal puro. Con un rifle cargado.
Nº De Serie: NC/TCM/00296. Escrito Por: The Cineman.
Publicado El: Sábado, 5 de noviembre de 2016.
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