DESAPARECER SIN HACER RUIDO
En Boyhood (Momentos de una
Vida) [Richard Linklater, 2014], Olivia se casa con Bill, un profesor que tiene
dos hijos de una relación, a los que Mason, el hijo de Olivia, se une como
hermanastro. Cuando tiempo después se descubre que Bill es un violento
maltratador, madre e hijo ponen tierra de por medio. En Captain Fantastic [Matt
Ross, 2016], Ben es un padre que ha criado a sus hijos en un bosque,
haciéndoles unos seres cultos e instruidos pero a la vez inocentes e ignorantes
en lo que a sociedad y socialización se refiere, al que su suegro Jack amenaza
con obtener su custodia, tras la muerte de su hija y esposa de Ben. Pero hete
aquí que tras una serie de vicisitudes, Jack sale de escena súbitamente, y
Olivia y Mason salen lo mismo pero dejando a los dos hijos de Bill junto a él,
a sabiendas de que están siendo maltratados por su padre. Estos dos casos son
dos ejemplos de como no cerrar una historia o por lo menos una parte de ella,
cerrándola para que el personaje desaparezca sin hacer ruido alguno, pero
cayendo en un error de base con respecto a lo que la trama había hecho hasta
entonces. Porque por mucho que Olivia quisiera proteger a Mason de Bill, es
impensable el hecho de que abandone a esos dos niños a su suerte, del mismo
modo que no puede entenderse el que Jack, que en principio parece dispuesto a
todos por sus nietos, de pronto desaparece de la trama principal como si, sin
venir a cuento ni razón, hubiese cambiado de idea acerca de cuidar a esos
chicos. Un defecto de su trama que se descuelga a modo de una trama secundaria
que tanto Linklater como Ross, que ejercen también de guionistas además de
directores, parece que no supieron resolver como esperaban o, peor aún, se la
quitaron de encima de la manera más fácil al estorbarles o desviarles del eje
principal. Un gran “pero” del que quejarse. Porque todos sabemos que nadie
desaparece de ese modo sin hacer ruido.
Nº De Serie: NC/TCM/00247. Escrito Por: The Cineman.
Publicado El: Miércoles, 19 de octubre de 2016.
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