LO QUE EL CÓMIC LE DEBE AL CINE
La relación entre el cómic y el
cine es más estrecha de lo que uno se podría imaginar en un principio. De
hecho, el cómic tal y como se conoce hoy en día debe su existencia a dos
actores que, cada uno por separado, dieron vida al primer superhéroe del mundo.
Y es que el bueno de Harold Lloyd se convirtió en Clark Kent por la famosa
anécdota de sus ficticias gafas (al desprenderse de ellas fuera de los rodajes,
por la calle nadie le reconocía), mientras que el aguerrido y varonil Douglas
Fairbanks se convirtió en Superman. Con un inicio así, no es de extrañar que a
lo largo del tiempo cine y cómic se hayan estado pasando la pelota, en que uno
le da al otro su medio de vida y viceversa. Por ejemplo, el que en el 40
aniversario de Superman, Christopher Reeve fuese a calzarse sus botas y
convertirse en la versión definitiva y más recordada del Hombre de Acero
proveniente de Kryptón. Y la televisión tampoco se queda al margen de dicho
fenómeno, ya que Harley Quinn, antes de que la explosiva Margot Robbie la encarnase
en Escuadrón Suicida [David Ayer, 2016], ésta fue a debutar en la muy apreciada
serie de animación de 1992, para después ser transferida al cómic por su gran
popularidad. Aunque sean dos formatos muy diferentes, cine y cómic acaban
siendo primos hermanos en sus negocios, dos primos hermanos que se llevan de
maravilla a pesar de algunas ideas fallidas como Spawn [Mark A.Z. Dippé, 1997],
Green Lantern: Linterna Verde [Martin Campbell, 2011] y Cuatro Fantásticos
[Josh Trank, 2015], por decir tres. Pero por más que las ideas fracasen, éstas
siguen rebotando de un lado a otro para propagarse, para mantener el negocio de
la imaginación a flote, en un eterno moverse para ir adaptándose a cada época,
devolviendo a cada poco algo del pasado. Como un Hechicero Supremo de Artes
Místicas de cómic cuyo aspecto se lo debe a un genial actor de terror que dio
el cine. Y así, suma y sigue.
Nº De Serie: NC/TCM/00282. Escrito Por: The Cineman.
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