“Criticaen25” es un punto de encuentro para todos los cinefilios, habitantes del séptimo planeta del sistema solar de las artes. Una propuesta amena y divertida a la par que abierta al debate y a la reflexión en la que, tan diariamente como sea posible, se irán comentando películas de todos los tiempos, con independencia de su género o fama. Un lugar en donde relajarse y disfrutar de un rato agradable en buena compañía.

Modas de Quita y Pon (y lo Mismo de Profesión)

MODAS DE QUITA Y PON (Y LO MISMO DE PROFESIÓN)


 El estreno de Gladiator [Ridley Scott, 2001], supuso la resurrección de uno de los grandes géneros de siempre, el péplum o ‘cine de romanos’ que en los años 40, 50 y 60 arrasó tanto en las grandes superproducciones como en otras copias italianas de serie B, tipo Sansón y Dalila [Cecil B. DeMille, 1949], Quo Vadis [Marvin LeRoy, 1951], Ulises [Mario Camerini, 1954], Ben-Hur [William Wyler, 1959], El Coloso de Rodas [Sergio Leone, 1961] y Cleopatra [Joseph L. Mankiewicz, 1963], sin olvidarse de las simpáticas entregas de Hércules o el forzudo Maciste. Devaluado con el paso de los años al punto de que Furia de Titanes [Desmond Davis, 1981], pese a sus intentos, se queda como un conato fuera de época, aunque bastante digno, para darle brillo a un género que ya estaba bastante deslustrado. Y los otros intentos de Lou ‘Hulk’ Ferrigno en la piel de Hércules, justo en esa época, tampoco hicieron un gran favor. Pero el trabajo de Ridley Scott y Russell Crowe hizo que de pronto, habida cuenta de la distancia generacional y temporal entre una época y otra, el largometraje funcionase bien, dando futura salida a películas como La Última Legión [Doug Lefler, 2007], Centurión [Neill Marshall, 2010] y La Legión del Águila [Kevin Macdonald, 2011], entre otras. Ahora bien, el Sr. Scott y su equipo de rodaje se encontraron con un escollo que no habían previsto: cuádrigas. Con el ocaso del péplum los conductores de cuádrigas habían quedado relegados al olvido, y para cuando Gladiator se estaba rodando, Ridley Scott vio que nadie sabía conducirlas, viéndose forzado a “desjubilar” a los que en su día trabajaron en los 50 y 60 para instruir a nuevas generaciones en la profesión. Es el secreto que se guardan las modas y el tiempo: que a veces, como si se tratase de una enorme resaca marina, en vez de tragarse algo y llevárselo al eterno olvido, se lo trae de vuelta. Como, por ejemplo, conductor de cuádrigas.

 Nº De Serie: NC/TCM/00252. Escrito Por: The Cineman.
 Publicado El: Jueves, 20 de octubre de 2016.

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