ANIME: LOS MUNDOS DEL SOL NACIENTE
Si el mundo occidental creció
con Bambi, Cenicienta, Alicia, Bugs Bunny y el Pato Lucas, en el mundo oriental
los nombres son bastante más variados, y a veces mucho menos infantiles de lo
parece. La animación japonesa o Anime, tanto o más variada que su homóloga del
otro lado del globo, ha dado con el paso del tiempo historias de una calidad
fuera de serie, en la gran pantalla y la pequeña también. Algo que en los años
80 y 90 alcanzó su nivel máximo de expresión en films como El Puño de la
Estrella del Norte [Toyoo Ashida, 1986] y Roujin Z [Hiroyuki Kitakubo, 1991],
por decir dos, apostando en firme por una calidad técnica y artística que haría
palidecer a cualquier animación de Disney, ya se trate de la popular Ghost in
the Shell [Mamoru Oshii, 1995] o de Venus Wars [Yoshikazu Yasuhiko, 1989]. Un
estilo propio cuyos personajes son reconocibles en su diseño y forma de pensar,
a veces yéndose a la comedia y la risa más picantona como fue la serie Ranma ½
[1989], o incluso cayendo en los extremos más aberrantes como el subgénero del
Hentai, al estilo de sagas como La Blue Girl [1992] o Urotsukidoji [1989].
Magia y fantasía, ciencia pura y combinación entre horror y comedia se dan la
mano en un estilo totalmente inconfundible, capaz de irse a terrenos
surrealistas como la serie Laín [1998] y El Huevo del Ángel [Oshii, 1985] como
meterse en vericuetos románticos y superheroicos gracias a clásicos de la talla
de Sailor Moon [1992]. Deportivos como Oliver y Benji: Campeones [1986],
fascinantes tal que ¿Quién es el 11º Pasajero? [Tetsu Dezaki y Tsuneo Tominaga,
1986] y hasta mitológicas como Ulises 31 [1981] el Anime da un contrapunto a la
animación occidental, en un cántico a la imaginación a límites inconcebibles y
en un país, Japón, germen un producto patrio envidiable y de delirios visuales
que subyugan la retina de modo que es imposible dejar de mirar. Ni cuando se
trata del Hentai.
Nº De Serie: NC/TCM/00202. Escrito Por: The Cineman.
Publicado El: Martes, 4 de octubre de 2016.
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