“Criticaen25” es un punto de encuentro para todos los cinefilios, habitantes del séptimo planeta del sistema solar de las artes. Una propuesta amena y divertida a la par que abierta al debate y a la reflexión en la que, tan diariamente como sea posible, se irán comentando películas de todos los tiempos, con independencia de su género o fama. Un lugar en donde relajarse y disfrutar de un rato agradable en buena compañía.

G25: Ward, la que no Besa en la Boca

G25: WARD, LA QUE NO BESA EN LA BOCA


 Ejerciendo ese oficio que cuya oficina está en la calle de todas las ciudades del mundo, Ward es una chica que, como muchas en su situación, está metida en un trabajo y en un ambiente estigmatizado del que es casi imposible salir. Pero su caso es distinto cuando en su vida aparece un cliente que requiere de ella un servicio alejado de lo habitual: pasar con él una semana entera, para así evitar sentirse solo, mientras él está cerrando unos negocios. Millonario y despreciable al mismo tiempo por amasar su fortuna a base de destruir otras empresas para venderlas por partes y quedarse el dinero (en un claro símbolo de la mentalidad reaganiana de aquellos años), Edward Lewis no tiene mucho de caballero de la era medieval, de la misma forma que ella tampoco es una princesa. Pero la unión de los dos es lo que produce el cuento de hadas: ella descubre los lujos y opulencias de la vida de los ricachones, pero él descubre en ella una inesperada redención, percatándose de la propia inmundicia de su vida y sus allegados, sobretodo de su socio Philip Stuckey (una sanguijuela de manual) para encauzar su vida. Alegre y pizpireta, con un punto cómico y una labia impertinente, como todas las prostitutas retratadas en las películas, la semana vivida entre Edward Lewis y Vivian Ward es la culminación del sueño de toda chica, cuya magia persiste generación tras generación (aún sabiendo que en la vida real la cosa nunca sería así) : porque él es un rico despreciable que por ella se convierte en un buen chico, y ella, de ser prostituta a ser la flamante señora de un millonario que le abre las puertas de una vida alejada de las calles, al lado de un hombre que no solo la quiere si no que encima le promete (y le da) el oro y el moro. Y eso es, entre otras cosas, lo que hace de Pretty Woman [Garry Marshall, 1990] una de las películas más románticas de todos los tiempos. Un cuento de hadas. Pero sin caballeros ni princesas.

 Nº De Serie: NC/TCM/00230. Escrito Por: The Cineman.
 Publicado El: Sábado, 15 de octubre de 2016.

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