G25: WEAVER, SALIÉNDOSE DEL ESQUEMA
Su altura, su aspecto y
sobretodo su peculiar nombre hacen desde sus inicios ya sea alguien que se sale
de la norma. En un cine habituado a rubias al estilo de Marilyn Monroe,
Brigitte Bardot, Jane Fonda y un largo etc., su 1’82 y una expresión de rudeza
pero sonrisa simpática la llevan a tener una carrera que, en su diferencia, se
deja sentir a lo largo de los años como una actriz a tener en cuenta para
papeles de lo más variopinto. A veces es en una superviviente de un terror del
espacio profundo, y otras, de un terror del más allá donde se asoma un
inesperado lado sexy y con sex-appeal. Unas veces es una científica obsesionada
con salvar a unos gorilas de la caza indiscriminada del hombre y otras, la
versión femenina de Gordon Gekko, una yuppie que le roba la idea a su
secretaria y ésta se toma la revancha ligándose a su novio. Su capacidad y
determinación a la hora de acometer papeles la hacen valiosa e intensa en su
trabajo, aun cuando le toca hacer de víctima de violación que intenta probar a
su novio que el hombre al que ha secuestrado es en verdad su agresor. De mujer
de presidente y de su doble a jugar con ser rubia tonta en una parodia de una
famosa saga galáctica, lo disperso de sus películas, tocando todos los palos
que deben ser tocados, hacen de ella un regalo para las generaciones de fans
que la ven crecer como una actriz de carácter que pasa de buscar lo rutinario y
lo convencional en su carrera, y que por eso mismo medio mundo la lleva a un
merecido puesto en la cumbre de las grandes divas como Meryl Streep. Asociada
para la eternidad al género fantástico, Sigourney Weaver le saca mucha punta a
ese lápiz, metiéndose en comedias y seriedades de las que sale airosa, y a
veces haciendo llorar a los demás. Y si no, que se lo digan a un monstruo que
acosa a su nieto. Ella acaba llorando. Nosotros también.
Nº De Serie: NC/TCM/00238. Escrito Por: The Cineman.
Publicado El: Lunes, 17 de octubre de 2016.
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