G25: CARLOS, BREVE Y DOS VECES BUENO
No siempre la excelencia se
encuentra en una carrera trufada de variados y continuados éxitos. A veces,
como suele decirse, se encuentra en un frasco pequeño. Tan pequeño como tres
películas, y no más. Y con solo esas tres, su trabajo logra todo cuanto
necesita para plantar su bandera y reclamar lo que por derecho le corresponde.
En la primera película, un joven llamado Alex se obsesiona con la violación, la
violencia y Beethoven, aunque no forzosamente en ese orden. En la segunda, un
escritor en bloqueo creativo se traslada con su familia a un hotel para
cuidarlo en los meses de invierno, sin saber que el hotel tiene sus propios y
permanentes inquilinos. Y en la tercera, un experto en computadores se ve
secuestrado por una inteligencia artificial para entrar al mundo digital,
convertido en una especie de personaje de videojuego que armado solo con un
disco debe encontrar la forma de volver al mundo real. A pesar de que nace como
hombre, su cambio de sexo en 1972 le lleva no solo a cambiar de nombre, si no
también a ser una de las pocas mujeres dedicadas al mundo de las bandas sonoras
y el departamento musical, a partes iguales. Dejando atrás a ‘Walter’, su
faceta también queda atrás después de 1982, a pesar de que su música reaparece
con cuentagotas como parte de las bandas sonoras de otros títulos como La
Tormenta de Hielo [Ang Lee, 1997], Dando la Nota [Liam Lynch, 2006] o la
curiosísima Ha Vuelto [David Wnendt, 2015]. Y es que Wendy Carlos no requirió
de más trabajos para llevarse el gato al agua y marcar dos épocas, los 70 y los
80, para ser un pequeño y jugoso referente de innovación en la música del cine,
pionera en el uso de sintetizadores y de la música electrónica, en la era en la
que tres genios como Jean-Michel Jarre, Vangelis y Mike Oldfield descubren un
nuevo mundo de sonidos. Y Carlos hace lo mismo con tres pelis. Una carrera
breve. Pero dos veces buena.
Nº De Serie: NC/TCM/00229. Escrito Por: The Cineman.
Publicado El: Sábado, 15 de octubre de 2016.
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