TERROR NO SOBRENATURAL
En el cine de terror pululan
demonios del infierno, espíritus y fantasmas con deseos de pasar la eternidad
metiendo el miedo a sus víctimas, y monstruos de toda forma y condición dispuestos
a comerse humanos en brochetas a la remanguillé. Pero existe un terror más allá
de lo sobrenatural, un espantoso miedo que subyace en lo más hondo del ser
humano y que se ha dejado sentir en numerosas ocasiones. Desde Arde Mississippi
[Alan Parker, 1988] a Traidor [Jeffrey Nachmanoff, 2008], o de Delta Force
[Menahem Golan, 1986] a Argo [Ben
Affleck, 2012], el odio y el prejuicio del ser humano han escrito en letra de
sangre su historia desde que prácticamente tomó conciencia de si mismo y su
entorno. Y el terrorismo, como su nombre indica, es la doctrina del terror
excusado en los argumentos más irracionales de todos: de creencia religiosa a
diferencia racial por el tono de la piel, del machismo hacia la mujer y hasta
distinciones por país o status (Malone [Harley Cokliss, 1987]), el fanatismo no
es si no la obsesión del ser humano por un falso ideal de oligarquía social y/o
política (un única fe, un único color en un único estilo de vida), obviando que
es en la variedad y la diferencia donde, irónicamente, radican las semejanzas
entre los seres humanos, como ejemplo de tolerancia y reconciliación. Pero,
desde los imperios romanos a napoleónicos, de los hitlerianos a los yihadistas
islámicos (y un largo etc. de intolerantes de toda índole), el séptimo arte se
ha encargado de retratar lo peor de nuestra historia en un intento por evitar
que esos extremismos terminen por aplastar la libertad de pensamiento y de
acción. Tal y como decía el Coronel Kurtz en Apocalypse Now [Francis Ford
Coppola, 1979], «el horror tiene cara, y tenemos que enfrentarnos a ella». Un
horror que no es un fantasma del Más Allá, si no un ser humano dominado por la
rabia del fanatismo y el odio. Ese con el cual no se puede razonar.
Nº De Serie: NC/TCM/00257. Escrito Por: The Cineman.
Publicado El: Viernes, 21 de octubre de 2016.
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