G25; ZIMMER, LA PACIENCIA TIENE PREMIO
Aunque sus trabajos allá por los
años 80 no son especialmente destacados, sí son el origen de una carrera
forjada con tiempo y paciencia, haciéndose poco a poco un hueco hasta que lo
que empieza como algo disimulado e intuido se transforma en un elefante metido
en una cacharrería. El cambio de década a los 90 le permite desplegar las alas
para echar a volar, quedando su nombre asociado a los hermanos Ridley y Tony
Scott en muchas de sus películas como Días de Trueno, Marea Roja y Fanático por
un lado [Tony, 1990, 1995 y 1996], o por el otro lado Black Rain, Thelma &
Louise y Gladiator [Ridley, 1989, 1991 y 2000]. No anclándose solo en eso,
Zimmer construye una carrera haciendo de tripas corazón y del esmero su arma
principal, ganando adeptos conforme pasa el tiempo y metiéndose al público en
el bolsillo con algún drama como el de un abogado despiadado que debe
aprenderlo todo de nuevo tras recibir un disparo que le deja amnésico, a una
comedia donde una mujer descubre que su marido es infiel y se pregunta si todas
las mujeres del pueblo ha hecho lo mismo. De aventuras épicas como la de un
coronel del siglo XIX que acaba confraternizando con unos samuráis japoneses en
contra del imperialismo de su propio país, a las locas aventuras de un oso
panda elegido para entrenarse en Kung Fu y ser el guerrero del dragón. El
trabajo de Zimmer en todas sus películas le convierte en un compositor que se
gana la confianza absoluta del visionario Christopher Nolan, dándole vía libre
para escribir la música en sus películas y, de paso, rubricar con tinta de oro
una carrera que le llevan a ser uno de los mejores de su generación, experto en
inspirar pasión y emoción en cada nuevo proyecto. Incluso en la historia de dos
mujeres que luchan por el reconocimiento de sus derechos como matrimonio ante
un sistema machista. Es lo que pasa cuando se tiene talento: que no existen retos
imposibles.
Nº De Serie: NC/TCM/00239. Escrito Por: The Cineman.
Publicado El: Lunes, 17 de octubre de 2016.
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