G25: HERRMANN, EL SUSPENSE INSOPORTABLE
Teniendo uno de esos debuts
fulgurantes que capaces de marcar o arruinar una carrera a partes iguales como
es Ciudadano Jane [Orson Welles, 1941], su estilo y personalidad van poco a
poco ando señas en una innata capacidad de creación que retrata y plasma el
sentir de su tiempo gracias a las atmósferas de suspense insoportable capaces
de poner los pelos de punta, bien desde la llegada de una nave capaz de dejar a
todo el planeta sin electricidad (en un aviso a la raza humana sobre su forma
de administrar el planeta y los abusos de la contaminación), a los dramas
apasionados en lugares exóticos o el pavor a un motel donde ducharse no es tan
inofensivo como parece. Unido en una larga trayectoria a Alfred Hitchcock, en
que el mago del suspense recurre a sus servicios para el grueso de su
filmografía, ayudando con su genio a hacer de cada película un portento en
materia de banda sonora, desde un hombre con problemas de la alturas a otro que
es perseguido en campo abierto por una avioneta. Al margen de Hitchcock, su
talento se deja escuchar en títulos cuya guión narra las proezas de una nave en
busca de un famoso vellocino de oro, en un abogado que se ve acosado por un
delincuente al que defendió un tiempo atrás tras salir éste de prisión, y hasta
aventuras futuristas en donde leer está prohibido y los bomberos tienen la
honorable profesión de provocar incendios para quemar todo rastro de libros.
Siendo su última composición la de un taxista que enloquece por una prostituta
de 13 años y que harto de las calles de crimen y suciedad se lía a tiros en una
orgía de sangre y violencia, la herencia de Bernard Herrmann como compositor es
un tremendo y valioso dotado de una fuerza a la que el paso de los años no
afecta ni marchita. Una serie de músicas que como si se tratase de lingotes de
oro, forman un tesoro de excepcional belleza: la de crear atmósferas de
suspense insoportable.
Nº De Serie: NC/TCM/00255. Escrito Por: The Cineman.
Publicado El: Viernes, 21 de octubre de 2016.
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